El ex director del FMI Dominique Strauss-Kahn y la escritora francesa Tristane Banon que lo acusa de intento de violación en 2003 fueron sometidos el jueves a un careo que duró dos horas y media, última etapa de la investigación preliminar abierta en julio por la Fiscalía.
“DSK (ndlr: como se lo llama en Francia) reafirmó sus declaraciones y ella también”, dijo Henri Leclerc, uno de los abogados de Strauss-Kahn antes de descartar que su cliente haya presentado disculpa alguna.
“No tiene ningún motivo para disculparse”, agregó el letrado.
Contactada por la AFP, Tristane Banon, que prefirió hablar en directo en el noticiero central del canal privado de televisión francés TF1, se negó a comentar el careo de horas antes.
Mostrando una leve sonrisa tensa y sin hacer declaraciones, Strauss-Kahn, de 62 años, se retiró de las oficinas de la Brigada de Represión de la Delincuencia de la Persona (BRDP) en el sur de París, adonde había llegado dos horas y media antes.
Banon, de 32 años, había llegado a la sede policial para participar en este careo a pedido suyo en el marco de las investigaciones abiertas tras la denuncia que presentó en julio pasado.
El careo se llevó a cabo en ausencia de sus abogados y en una misma sala, contrariamente a lo habitual en el caso de delitos sexuales.
Los abogados de Strauss-Kahn habían indicado que su cliente estaba “a disposición” de la Fiscalía luego de que la mujer dijera públicamente que quería un careo para que el ex patrón del FMI le diga mirándola “a los ojos” que los hechos que ella denunció son “imaginarios”.
Strauss-Kahn fue hasta mayo uno de los hombres más poderosos del mundo. El 14 de mayo la empleada de un lujoso hotel neoyorquino lo acusó de intento de violación poniendo fin a sus aspiraciones a las elecciones presidenciales francesas de 2012 de cara a las cuales era el gran favorito frente al conservador Nicolás Sarkozy.
El ex patrón del FMI rechaza cualquier gesto de violencia hacia Banon.
Durante un primer interrogatorio, el 12 de septiembre, Strauss-Kahn admitió que flirteó con la joven y durante una entrevista por televisión tras regresar a Francia dijo que la versión de los hechos presentada por Banon “es imaginaria” y “calumniosa”.
Banon afirma que en febrero de 2003 en un apartamento parisino en el que Strauss-Kahn le dio cita para complementar una entrevista efectuada días antes en la Cámara de Diputados, intentó violarla.
En una entrevista concedida en julio a la revista L’Express, en coincidencia con la presentación de su denuncia a la Fiscalía, Banon refirió algunos “detalles sórdidos” del supuesto comportamiento de Strauss-Kahn: “Me arrancó los vaqueros y el sujetador”, puso “sus dedos en mi boca”, “sus manos en mi braga” y “comprendí que realmente me quería violar”.
Este careo podría ser el último acto de la investigación preliminar abierta por la Fiscalía. Los investigadores de la policía judicial interrogaron a unas 20 personas, entre éstas la madre de Banon, la dirigente socialista Anne Mansouret, que confesó haber tenido relaciones sexuales con Strauss-Kahn.
Una vez que la policía judicial entregue un informe a la Fiscalía, ésta tendrá tres opciones: declarar la prescripción de los hechos, archivar la denuncia o abrir un sumario a cargo de un juez de instrucción.
Banon advirtió días atrás que si la denuncia es archivada, presentará una demanda en lo civil, lo que automáticamente supone el nombramiento de un juez de instrucción.
Aunque la Fiscalía neoyorquina retiró todos los cargos que pesaban en su contra el 23 de agosto, los problemas judiciales de Strauss-Kahn no concluyeron en Estados Unidos donde la mucama ya lo demandó en lo civil.