El Congreso estadounidense aprobó este jueves con el acuerdo de la Cámara de Representantes una ley de finanzas para la administración, con el objetivo de evitar una parálisis del Estado federal durante el fin de semana, que pasa ahora a consideración del presidente Barack Obama.

La Cámara baja aprobó el proyecto por “consenso unánime”, ya que estando en receso parlamentario, solamente un pequeño grupo de congresistas estuvo presente este jueves.

El texto permite financiar al Estado federal hasta el martes y abre el camino a una votación la semana próxima, para asegurar el funcionamiento de la administración hasta el 18 de noviembre.

En ausencia de un acuerdo antes del 1 de octubre, los servicios considerados no esenciales de la administración deberían haber cerrado, con consecuencias nefastas para una economía que registra una tasa de desempleo de 9,1%.