Estados Unidos acusó este jueves al gobierno de Siria de estar detrás de lo que llamó una campaña de intimidación contra los diplomáticos estadounidenses, tras un ataque contra el embajador Robert Ford.

“Creemos que esto es parte de una campaña de intimidación contra nuestros diplomáticos… por parte del gobierno”, dijo a la prensa el portavoz adjunto del Departamento de Estado, Mark Toner.

Ford, embajador de Estados Unidos en Damasco, fue abucheado el jueves por manifestantes leales al régimen que trataron de agredirlo a su llegada a la oficina del opositor Hassan Abdelazim, quien afirmó a la AFP que “cerca de cien manifestantes” trataron de tomar su oficina.

Ford esperó la llegada de las fuerzas del orden para salir bajo su protección, agregó Abdelazim.

Por su parte, la Casa Blanca condenó el ataque “injustificado” e “injustificable” e instó al Senado estadounidense a que confirme su nominación a fin de que pueda continuar su “valiente” misión.

Ford fue nombrado por decreto por el presidente Barack Obama en diciembre pasado. El mandatario aprovechó las vacaciones del Congreso para evitar la obstrucción de sus adversarios republicanos, cuya minoría en la cámara alta tiene facultad de veto.