La Oficina en Bolivia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) condenó este jueves el exceso del uso de la fuerza en la intervención policial de una marcha indígena el domingo pasado, aunque destacó las disculpas públicas del presidente Evo Morales.

“La OACNUDH-Bolivia condena el uso excesivo e indiscriminado de la fuerza por parte de la Policía en el operativo para dispersar a aproximadamente 1.000 miembros de los pueblos indígenas del Oriente, Chaco y Amazonía”, señala en un comunicado enviado a la AFP.

La OACNUDH “saluda no sólo las recientes declaraciones del presidente Morales de repudio a los excesos, convocando a una investigación exhaustiva”, sino también “el pedido de disculpas y perdón a las víctimas que hizo el mandatario a nombre de su gobierno”.

La Oficina “recuerda otra vez a las autoridades su obligación de proteger a toda persona de cualquier forma de violencia y de garantizar el ejercicio de los derechos fundamentales, incluyendo la libertad de expresión y el derecho de manifestarse libremente de forma pacífica”.

El comunicado “resalta la importancia del respeto de los derechos de los pueblos indígenas a la consulta, conducida de buena fe, y a dar su consentimiento (…) antes de la aprobación y la aplicación de medidas legislativas o administrativas que los afecte o de proyectos que afecten a sus tierras o territorios y otros recursos”.

Señala que tales procedimientos están establecidos en acuerdos internacionales que recoge la propia Constitución Política boliviana.

Indígenas que marchaban desde hace un mes desde la Amazonía hasta La Paz para impedir la construcción de una carretera que debe pasar por sus tierras, fueron reprimidos el domingo por la Policía, lo que generó la renuncia de dos ministros y fuertes protestas contra el gobierno de Morales.

El presidente, quien suspendió temporalmente el proyecto vial, pidió excusas el miércoles a los indígenas por el accionar de la Policía.