La presidenta de Argentina, Cristina Kirchner, inició el miércoles la puesta en marcha de la central atómica Atucha II, la tercera del país sudamericano y que demandó una inversión de 2.411 millones dólares, en la localidad de Zárate (100 km al norte de Buenos Aires).

“Estamos diversificando la matriz energética”, que depende mucho del gas, destacó Kirchner en un acto ante centenares de obreros de la planta, que comenzó a construirse en 1980 pero luego permaneció paralizada hasta 2006, cuando el expresidente Néstor Kirchner (2003/2007) decidió terminar las obras.

La mandataria dijo que la generación de energía creció en el país un 45,1% desde 2003 y que ese incremento fue fundamental para que en los últimos ocho años se produjera “el crecimiento económico a tasas chinas más importante de la historia del país”.

Kirchner leyó en el acto fragmentos de una carta del director de la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA), Yukiya Amano.

“La construcción de Atucha II fue de difícil cometido pero se logró gracias a la capacidad de su gente y la determinación de su gobierno. Ayudará a sostener el acelerado crecimiento argentino. La OIEA confía en ampliar la cooperación con su país en las próximas décadas”, señaló Amano.

La central Atucha II, que se encuentra a orillas del río Paraná en la provincia de Buenos Aires (centroeste), tendrá un aporte de 700 megavatios al sistema eléctrico, lo que permitirá abastecer a cuatro millones de personas.

El gobierno argentino sigue apostando fuerte a la energía atómica, incluso luego de las fuertes críticas que suscitó su producción por el accidente de la planta japonesa de Fukushima, en marzo pasado, en lo que constituyó el peor desastre nuclear ocurrido en el mundo desde Chernobyl.

“Apostar a la energía nuclear a meses de la tragedia de Fukushima es una verdadera irresponsabilidad desde el punto de vista ambiental”, dijo Ernesto Boerio, coordinador de la campaña de Clima y Energía de Greenpeace Argentina en un comunicado divulgado este miércoles.

La organización lanzó una campaña en internet “para juntar 10.000 firmas en 24 horas que le digan No al Plan Nuclear que impulsa el gobierno” y que, según la ONG, omite instancias de consulta popular y participación ciudadana.

Atucha II se suma a las centrales atómicas de Atucha I (335 megavatios) y de Embalse (600 mv), que proveen actualmente el 7% de la energía eléctrica del país, pero una vez que la nueva central entre en producción comercial en 2010, la energía atómica proveerá el 10% de la energía total del país.

El reactor de Atucha II, uno de los de mayor tamaño en el mundo, es de diseño alemán y tiene un peso de 3.300 toneladas.

“La puesta en marcha de la central consiste en la prueba y verificación de cada uno de los 566 subsistemas, lo que puede demandar entre seis y ocho meses”, explicó el ministro de Planificación, Julio de Vido.

El Plan Nuclear Argentina contempla además la construcción de la planta Atucha III y la extensión de la vida útil de Embalse para adicionarle 30 años de operación y la puesta en funcionamiento de un reactor de baja potencia CAREM, diseñado y proyectado por argentinos.

Para la construcción de la cuarta central, el gobierno está en contacto con firmas de Canadá, Francia, Rusia, China y Corea del Sur, indicó De Vido.