Cuatro recursos de protección interpusieron pescadores artesanales, junto a pobladores que rechazan el futuro funcionamiento de Colbún con su termoeléctrica Santa María, y Endesa con Bocamina II. Hasta los tribunales de Concepción acudieron 600 trabajadores en representación de los 4 mil que trabajan con el recurso marino en la Bahía de Coronel.

En una acción poco veces vista fueron 600 los trabajadores que acudieron a interponer cuatro recursos de protección para frenar el funcionamiento futuro de las termoeléctricas que afectarán el ecosistema marino en la comuna de Coronel.

Omar Bustos, presidente de la asociación gremial de Lo Rojas manifestó la necesidad de resguardar el producto que les da el sustento diario.

Junto con reconocer el imcumplimiento de compromisos desde éstas empresas, Hugo Arancibia, presidente de la Ferepa, se hizo eco de una de las consignas que vociferaron los pescadores, David contra Goliat.

Los pobladores de los lugares aledaños a las termoeléctricas también recurrieron con esta acción de tribunales. Piden la erradicación que les habían prometido cuando comenzó el proyecto, según Víctor Alegría, presidente de la junta de vecinos El Esfuerzo del cerro Obligado.

Paula Villegas, abogada de los pescadores, expresó que interpuso los recursos de protección ambientales en nombre de 4 mil trabajadores, pidiendo órdenes de no innovar para paralizar el proceso de prueba de las empresas estimado para dentro de un mes .

Los pescadores recorrieron el centro penquista hasta llegar a la intendencia del Bío-Bío, en una marcha posterior a la acción en Tribunales, para dar a conocer públicamente sus demandas.