La selección brasileña de fútbol recibirá el miércoles a su par argentina en la definición del llamado ‘Superclásico de las Américas’, que comenzó con un opaco empate sin goles y pone a prueba una vez más al esquema táctico del entrenador auriverde Mano Menezes.

El encuentro se celebrará a las 21.50 locales (00.50 GMT) en el estadio Mangueirao de Belem (Pará, norte), con capacidad para 45.000 espectadores y que ya el lunes reunió a unos 25.000 hinchas eufóricos que asistieron al entrenamiento donando un kilo de comida no perecedera.

Una vez más, la atención de los hinchas se centró en los astros Ronaldinho y Neymar, éste último el amor platónico de muchas jovencitas en Brasil.

Como en el partido de ida, que se disputó en la provincia argentina de Córdoba (centro), ambos combinados sólo pudieron convocar a futbolistas de clubes locales.

“Siento una emoción muy grande, siempre es un placer defender a la selección, a mi país, yo siempre quiero”, expresó la joven promesa Lucas, del club Sao Paulo.

Las novedades de Menezes en este llamado son Elkeson (Botafogo), Diego Souza (Vasco), Borges (Santos) y Emerson (Coritiba).

“A la hora de entrar necesito dar lo máximo para mostrar mi trabajo”, dijo Borges, que es además el artillero del Campeonato Brasileño-2011 con 19 goles. “La selección está en una fase de renovación y las oportunidades van a aparecer”, expresó por su parte Diego Souza, en declaraciones a periodistas.

Además de los dos grandes ausentes en este partido -Leandro Damiao y Paulo Henrique Ganso-, el lunes se confirmaron otras dos bajas: el zaguero Mario Fernandes (Gremio), que se escudó en una crisis de estrés, y el mediocampista Paulinho (Corinthians), lesionado en su pantorrilla izquierda.

En un comunicado de su club, Fernandes, de 20 años, alegó que su negativa a acatar la convocatoria “responde a problemas particulares por una alta carga de estrés” que lo dejan sin “condiciones psicológicas para dedicarse íntegramente a la selección nacional”.

Menezes dijo que “respeta los motivos argumentados por el jugador”, pero “considera que no son suficientes para futuras decisiones” relacionadas con la selección, según un comunicado de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF).

Brasil -que no juega eliminatorias mundialistas por su condición de anfitrión del evento ecuménico de 2014- atraviesa una racha de malos resultados y juego sin brillo, sobre todo ante rivales de primer nivel.

La última vez que se presentó en casa fue en junio ante Holanda en Goiania, con un decepcionante empate sin goles, y luego en Sao Paulo ante Rumania con una tímida victoria por 1-0.

“Es necesario reconocer que Brasil no está jugando el mejor fútbol del mundo y no es algo de hoy (…). Estoy al frente de una renovación radical, necesito tiempo”, pidió Menezes recientemente.

La selección argentina por su parte viajaba el martes a Belem y tenía previsto visitar el estadio Mangueirao hacia las 22H30 GMT.

Para este encuentro, el flamante seleccionador argentino Alejandro Sabella convocó a jugadores que militan en el fútbol brasileño: Mario Bolatti y Pablo Guiñazú (del Inter), y Walter Montillo (Cruzeiro). Andrés D’ Alessandro (Inter), también convocado, no jugará por una molestia en la pierna izquierda.

Una vez más quedaron por fuera el estelar de Boca Juniors Juan Román Riquelme, y el capitán de Estudiantes de La Plata, Juan Sebastián Verón.

Ninguno de los dos técnicos confirmó aún sus alineaciones.

Posibles formaciones:

Brasil: Jefferson – Danilo, Rever, Dedé, Kleber – Oscar, Ralf, Renato Abreu – Ronaldinho, Fred, Neymar. DT: Mano Menezes.

Argentina: Agustín Orión – Iván Pillud, Sebastián Domínguez, Christian Cellay, Leandro Desábato, Emiliano Papa – Augusto Fernández, Héctor Canteros, Víctor Zapata – Juan Manuel Martínez y Mauro Boselli. DT: Alejandro Sabella.