La delegada en Bolivia de Naciones Unidas, Yoriko Yasukawa, llamó este domingo al cese de la violencia poco después de que una acción policial disolvió por la fuerza una marcha indígena que intentaba llegar a La Paz para rechazar una ruta que afectará una reserva natural.

“Lo primero para nosotros es que paren la violencia lo antes posible, y recordarle a las autoridades, y a todos sus niveles, que es su responsabilidad parar la violencia y proteger a la gente que está allí”, dijo Yasukawa a la agencia católica de noticias Fides.

“Lamentamos profundamente lo que ha sucedido, porque todo este tiempo hemos venido llamando a que se resuelva este conflicto en paz y a través del diálogo y, realmente, es deplorable que se hayan dado estos hechos de violencia”, dijo la delegada de la ONU.

La operación policial siguió a una acción de los indígenas amazónicos que retuvieron el sábado durante dos horas al canciller, David Choquehuanca, obligándole a marchar por la fuerza hasta romper el cerco policial que intentaba evitar el paso de la marcha.

Con relación al número indeterminado de detenidos como resultado de la acción, la representante de la ONU pidió “garantizar los derechos y la dignidad de esas personas y que haya sustento también para la detención y que cualquier proceso -de ahora en adelante- sea de acuerdo al debido proceso y totalmente transparente”.

En contacto con autoridades del gobierno, Yasukawa abogó porque “se pare la violencia y se proteja a los indígenas que están allí” en Yucumo, donde fueron dispersados por la policía por la fuerza con uso de gases lacrimógenos, según constataron periodistas de la AFP en el lugar.

Los indígenas amazónicos caminaron desde el 15 de agosto para llegar a La Paz, donde se proponían presionar al presidente Evo Morales para que deje sin efecto su orden de construir una carretera de 177 km que atravesará una reserva natural, hábitat de los nativos.