El papa Benedicto XVI llamó este domingo a los católicos alemanes a superar sus divergencias internas y permanecer unidos en la Iglesia en momentos en que “acecha el peligro” y la “crisis de la fe”en Friburgo, en una homilía de la misa que ofició en el aeropuerto de Friburgo (suroeste).

La homilía en esta ciudad muy católica, estaba probablemente dirigida –aunque no los nombró– a unos 150 católicos rebeldes y otras agrupaciones como “Wir sind Kirche” (Somos la Iglesia) o de la red ecuménica “Die Kirche von Unten” (La Iglesia de abajo) que amenazan con separarse de las estructuras de la Iglesia católica.

“La Iglesia en Alemania superará los grandes desafíos del presente y del futuro y seguirá siendo un factor de cohesión en la sociedad si los sacerdotes, las personas consagradas y los laicos creyentes en Cristo colaboran para la unidad”, dijo el papa en la misa.

La Iglesia será creíble, prosiguió el Santo padre, “si las parroquias, las comunidades y los movimientos se respaldan y enriquecen mutuamente, si los bautizados y los confirmados, junto a los obispos, mantienen en alto la llama de una fe inalterada y dejan que ella ilumine los conocimientos y capacidades”.

El papa teme una evolución de la Iglesia hacia el modelo protestante, donde cada cual decide lo que cree y lo que no.

Benedicto XVI denunció además el exceso de debates: “lo que cuenta no son las palabras –dijo– sino las acciones”. Recomendó a la Iglesia “permanecer fielmente unida en torno a los sucesores de San Pedro y los apóstoles (el papa y los obispos) y a dejarse rejuvenecer “por la alegría de las Iglesias jóvenes” de los países del Sur recientemente cristianizados.

La víspera, el sumo pontífice, que concluye este domingo una visita de cuatro días a su Alemania natal que cuenta 24,6 millones de fieles, advirtió que si la Iglesia no atrae a más gente en su seno es porque está demasiado confortablemente instalada, “tibia” y sin inspiración espiritual.