Más de seis toneladas de drogas fueron incineradas este jueves como parte de un combate frontal contra el narcotráfico, informó el ministro peruano del Interior, Oscar Valdés.

En total se quemaron 6.488 kilos de drogas, en su mayoría clorhidrato de cocaína, requisadas en operaciones policiales desde el pasado 8 de julio, en lo que es la primera quema de drogas durante el gobierno del presidente Ollanta Humala, quien asumió la presidencia el 28 de julio.

“El gobierno tiene una política antidrogas muy clara” y el objetivo es “llegar a los cabecillas de las bandas de narcotraficantes”, dijo Valdés tras supervisar la quema de drogas en un cuartel policial en el sector este de Lima.

Las acciones contra las mafias son permanentes y en los dos últimos días se han decomisado 2.200 kilos de cocaína en la región nororiental de Loreto y en las ciudades sureñas de Arequipa e Ica, señaló Valdés.

Las acciones policiales están orientadas a investigar los signos exteriores de riqueza con el fin de detectar el lavado de activos del narcotráfico, añadió al señalar que una de las formas de lavar el dinero es en casinos, hoteles y edificios nuevos.

Valdés hizo notar que se hace hincapié en hacer un control efectivo de los insumos químicos que son utilizados para la elaboración del clohidrato de cocaína y que ingresan con facilidad a los valles cocaleros donde se procesa la droga.

Junto a esas acciones se efectúa un plan de erradicación de plantaciones de hoja de coca, materia prima de la cocaína, en valles en la región amazónica.

Por su parte, el jefe de la Comisión Nacional de Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida), Ricardo Soberón, aseveró que con la incineración “el gobierno muestra su voluntad férrea de actuar en todos los frentes de la lucha contra el narcotráfico”.

Un informe de las Naciones Unidas en junio reveló que el área de cultivos de coca en 2010 creció por quinto año consecutivo y llegó a 61.200 hectáreas, por encima de las 59.900 hectáreas en 2009.