El gobierno británico anunció este jueves que ofreció indemnizar a los familiares de las víctimas de la matanza de civiles conocida como “Bloody Sunday” en Irlanda del Norte, pero dos hermanas de un adolescente muerto ya adelantaron que la rechazarán.

El ministerio de Defensa escribió al bufete de los abogados que representa a las familias de los 14 católicos muertos y otros 13 heridos después de que militares británicos abrieran fuego en una manifestación a favor de los derechos civiles en la localidad norirlandesa de Londonderry (sólo Derry para los católicos) el 30 de enero de 1972.

“Reconocemos el dolor que han sufrido estas familias durante casi 40 años, y que miembros de las fuerzas armadas actuaron de manera equivocada”, afirmó el ministerio en un comunicado.

“El gobierno lo lamenta profundamente. Estamos en contacto con los abogados de las familias y donde haya una responsabilidad legal del gobierno de indemnizar, lo haremos”, agregó.

El “Domingo Sangriento” fue uno de los episodios más negros en los 30 años de conflicto entre católicos independentistas y protestantes unionistas que dejó más de 3.500 muertos durante tres décadas en Irlanda del Norte y concluyó con el acuerdo de paz del Viernes Santo en 1998.

Kate y Linda Nash, hermanas de William Nash, un joven de 19 que murió tiroteado, tildaron este jueves de “repulsiva” la idea de una indemnización, e indicaron que no aceptarían dinero “bajo ninguna circunstancia”.

Al presentar en junio en el parlamento las conclusiones de 12 años de investigación judicial, el primer ministro David Cameron pidió perdón por esta matanza “injustificada e injustificable” 38 años después.

“Algunos miembros de nuestras fuerzas armadas actuaron de manera equivocada. El gobierno es en última instancia responsable por la conducta de las fuerzas armadas. Y por eso, en nombre del Gobierno -y de nuestro país- lo siento profundamente”.