A una pena de presidio perpetuo simple fue condenado el taxista Francisco Eduardo Jaramillo Muñoz (24), por 4 robos con intimidación y violencia, cometidos entre diciembre de 2009 y febrero de 2010 en Valdivia.

El hombre, que tomaba pasajeros de madrugada en las inmediaciones de locales nocturnos y los trasladaba a sitios eriazos para asaltarlos, fue condenado también por receptación e infracción a la ley de armas, delito por el que recibió una pena adicional de 541 días de cárcel.

La fiscal del caso, Tatiana Esquivel, se mostró satisfecha con la condena obtenida contra el hombre:

El tribunal no reconoció como robo el testimonio de otras siete víctimas, gran parte de las cuáles declararon que el hombre actuaba junto a cómplices.

La fiscal Esquivel dijo que desconocen quién más puede estar implicado en el delito, pero destacó que desde que Jaramillo fue detenido no se han reportado denuncias similares.

Para cometer sus atracos, Jaramillo usaba su licencia de conductor profesional de transporte público y operaba en dos vehículos: un taxi oficial, registrado en una línea valdiviana y otro pirata de una tercera persona.