Las fuerzas del Consejo Nacional de Transición (CNT) tomaron el miércoles Sebha y Wadan, dos importantes ciudades en el desierto del sur de Libia, pero sufrieron grandes pérdidas en su ofensiva contra Sirte, un bastión del ex dirigente Muammar Gadafi.
“Controlamos totalmente la ciudad de Sebha. Todos, incluyendo a los pro-Gadafi, están ahora con la revolución”, declaró a la AFP Abdelmajid Seifenasr, responsable de la región de Sebha para el CNT.
Sebha, feudo de los Gadafa, la tribu de Muamar Gadafi, a 750 kilómetros al sur de Trípoli, era un importante objetivo de los combatientes del CNT.
Según Mustafá el Huni, representante del CNT en esta región, la ciudad de Wadan también fue “liberada” y el oasis de Djofra del cual forma parte, está controlado en un 70%.
Por el contrario en Sirte (360 km al este de Trípoli), región natal de Gadafi donde se desarrollan intensos combates, las tropas del CNT sufrieron grandes pérdidas.
En Bani Walid (170 km al sureste de la capital), el Programa Mundial de Alimentos (PAM) consiguió distribuir ayuda alimentaria a los habitantes que huyen de los combates.
Desde la semana pasada cuando el CNT lanzó una ofensiva contra Sirte, al menos 45 de sus combatientes han muerto y 200 han sido heridos, según fuentes médicas en Misrata.
El 15 de septiembre, los combatientes del nuevo régimen habían conseguido ingresar a Sirte por el oeste y el sur, pero continúan combatiendo en el frente este de la ciudad, donde las fuerzas leales al ex dirigente Muamar Gadafi mantienen una inesperada resistencia.
En Misrata, debido a la llegada masiva de heridos, las unidades médicas de cuidados intensivos está completamente saturadas desde que comenzó la ofensiva contra Sirte.
En Sirte, “la mayoría de los habitantes está con Gadafi”, dijo Zuber al Gadir, portavoz del consejo militar de Misrata, estimando que esta lealtad se debe esencialmente al control que ejercen los pro-Gadafi sobre los medios informativos locales.
En Bani Walid, un amplio oasis de relieve accidentado, los combates se reiniciaron el martes, pero las tropas de las nuevas autoridades, que se encuentran a unos veinte kilómetros de la ciudad, tienen dificultados para avanzar debido al terreno y una importante presencia de franco-tiradores.
“Un convoy del PAM distribuyó 137 toneladas de asistencia alimentaria el domingo en Schmaij, adonde miles de personas han huido después de los combates en Bani Walid”, indicó un portavoz del organismo.
Muamar Gadafi, prófugo desde la caída de Trípoli a fines de agosto, habló a través de una grabación sonora difundida por la cadena árabe Arrai calificando de “mascarada” los acontecimientos en curso y llamando a los libios a “no creer” que un cambio de régimen se había producido.
El jefe del CNT, Mustafá Abdeljalil en visita a Nueva York, declaró al presidente estadounidense Barack Obama que pensaba que el derrocado dirigente se encontraba aún en Libia.
El número dos del CNT Mahmud Jibril, que está también en Nueva York, indicó por su parte que Libia tendrá una gobierno “dentro de una semana a diez días como máximo”.
Reconocido por la ONU como representante del pueblo libio, el CNT anunció el 2 de septiembre que contaba dirigir el país hasta la elección dentro de ocho meses de una Asamblea constituyente, antes de las elecciones generales un año después.
La Unión africana, que durante largo tiempo se mostró reticente respecto al CNT, finalmente reconoció el martes al órgano político del nuevo poder como representante legítimo del pueblo libio.