La Asociación Brasileña de Vehículos Importados (Abeiva) condenó el alza de un 30% del impuesto sobre Productos Industrializados (IPI) y anunció que acudirá a la justicia para pedir su inconstitucionalidad, indicó el sábado su presidente, José Gandini, en una entrevista con la prensa local.

“Las medidas fueron hechas erróneamente. Dispararon un tiro de cañón para matar un gorrión. Representamos 5,8% del mercado total de automóviles, y si quitamos los autos tope de línea, lujosos, más costosos, tenemos 3,3% del mercado brasileño”, explicó Gandini al diario Estado de Sao Paulo.

La suba del IPI, anunciada por el ministro de Hacienda Guido Mantega, entró en vigencia el viernes y se aplica a autos y camiones importados y a los que no cumplan con un mínimo de 65% de contenido nacional o del Mercosur.

“No tengo dudas de que esto fue un pedido de las ensambladoras (nacionales) porque estamos mostrando al brasileño cuánto cuesta un auto afuera. El coche brasileño es uno de los más caros del mundo y nosotros (importadores) les estábamos incomodando, haciendo que llevaran el precio a la realidad”, zanjó.

Además, añadió Gandini, “la medida es inconstitucional porque la Constitución garantiza 90 días de mantenimiento de la alícuota antigua después de publicado el decreto”. “La medida del gobierno entró en vigor el viernes. Si el gobierno no altera el plazo entraremos con una medida judicial la próxima semana”, subrayó.

La automotriz es una de las principales industrias de Brasil, que según el gobierno detenta el quinto mayor mercado mundial de vehículos y es el séptimo mayor productor. El aumento del impuesto puede traducirse en una elevación de 25 a 28% del precio de los autos con fuerte componente importado.

El 42,2% de los autos que se importan a Brasil provienen de Argentina -miembro del Mercosur y no afectada por el impuesto-, seguida por Corea del Sur (19,36%) y China (11.66%), según datos publicados en el diario Folha de Sao Paulo.

La fabricante china Jac ya estudia por ejemplo suspender la construcción de una planta en Brasil que operaría a partir de 2014 con 100.000 autos por año y que establecía inversiones por unos 600 millones de dólares.

“Del modo que está escrito el decreto hoy, el proyecto de construcción de la fábrica es inviable”, dijo el presidente de Jac en Brasil, Sergio Habib.

La flota brasileña supera los 30 millones de vehículos, en un país con unos 190 millones de habitantes, y la italiana Fiat lidera el mercado de automóviles con 22,8% de las ventas, seguida por Volkswagen (22,3%) y las estadounidenses General Motors (19,8%) y Ford (9,4%), todas con plantas en el país.