Nueva Zelanda aplastó a Japón por 83-7, este viernes en Hamilton, en su segunda victoria en el Grupo A del Mundial de rugby, después del gris partido pese a la victoria por 41-10 frente a Tonga en el debut, y mostró por qué es el máximo candidato al título.

Los All Blacks, que iban ganando por 38-0 en el descanso, lograron 13 tries, superando en todos los sentidos a los campeones asiáticos.

Nueva Zelanda, con Richie McCaw, Dan Carter y Mils Muliania ausentes por lesión, lograron una media de un try cada seis minutos, evocando el recuerdo de otro partido de un Mundial contra Japón, en 1995 en la ciudad sudafricana de Bloemfontein, cuando Nueva Zelanda se impuso por 145-17.

Este resultado es el más amplio en el Mundial de 2011, acercándose a los marcadores que se registraban históricamente entre los grandes y los pequeños equipos, cuando parecía que la presente edición del Mundial estaba viendo un acercamiento en el nivel de los participantes sin marcadores abultados.

La victoria más amplia de Nueva Zelanda sigue siendo ese 145-17 a Japón en el Mundial de 1995, mientras que los asiáticos han concedido 50 puntos o más en nueve Mundiales.

Con el triunfo asegurado, el partido tomó otra dimensión en el minuto 44, cuando el técnico Graham Henry hizo entrar a Sonny Bill Williams en el puesto de wing derecho, quien añadió su talento al de la pareja de centros Ma’a Nonu-Conrad Smith, que disputaban su 31º partido juntos en selección.

Los japoneses salvaron el honor con un try del wing Hirotoli Inozawa tras interceptar un pase de Slade (58).

Los All Blacks se enfrentan en el próximo partido a Francia, el sábado 24 de septiembre, en un partido decisivo por la primera plaza del grupo, mientras que Japón volverá a alinear a su mejor equipo contra Tonga el miércoles.

El partido estuvo precedido por un minuto de silencio en memoria de las víctimas que fallecieron en los terremotos de la ciudad neozelandesa de Chistchurch (181 muertos), en febrero, y en Japón (20.000 víctimas), en marzo.