Los exportadores mundiales de plantas de energía nuclear anunciaron el jueves un histórico primer código de conducta, que esperan que aumente las normas de seguridad, la prevención de la proliferación nuclear y la protección y mejora ambiental.

En un año en el que un terremoto y maremoto en Japón desencadenó la peor crisis nuclear en décadas y puso en entredicho el futuro de la industria, las empresas acordaron seis principios que abordan desde la seguridad física hasta la ética y la indemnización de los daños en caso año de accidente.

Y si bien el acuerdo es voluntario y no vinculante legalmente, los signatarios están adoptando un sistema que, si se adhieren, obligará a países como Irán a cumplir con un tratado nuclear internacional clave y compromete a propuestas puramente pacíficas para la energía atómica.

El acuerdo se finalizó a principios de este año tras un arduo proceso de tres años que tenía como objetivo establecer los estándares corporativos y de responsabilidad nuclear.

Entre las empresas que adoptaron el código se encuentran el gigante energético francés Areva, Atomstroyexport de Rusia, Canadá Candu Energy de Canadá, la firma japonesa estadounidense GE Hitachi Nuclear Energy, Korea Electric Power Company, las japonesas Mitsubishi Heavy Industries y Toshiba, y la gigante de Estados Unidos Westinghouse.

Mientras, China National Nuclear Corporation participó en las conversaciones iniciales pero no adoptó el código.