El Senado de Estados Unidos aprobó este jueves un presupuesto de 6.900 millones de dólares para 2011 y 2012 para ayudar a los estados federados afectados por desastres naturales, como el huracán Irene, que azotó a fines de agosto el noreste del país.

Los senadores aprobaron el plan de financiación por 62 votos contra 37, poniendo fin a un bloqueo de varios días en el Senado por parte de los republicanos que querían incluir este plan entre las medidas afectadas por los recortes presupuestarios, lo que no fue concedido por los demócratas.

La agencia estadounidense de gestión de crisis (FEMA), que se estaba quedando sin fondos, debe recibir inmediatamente una asignación de 500 millones de dólares, antes de llegar a 4.600 millones correspondientes al ejercicio presupuestario de 2012, según lo que solicitó el presidente Barack Obama.