Un Tribunal panameño declaró el miércoles como “reo rebelde” al ex dictador Manuel Antonio Noriega, a quien se involucra en la desaparición y muerte de un guerrillero panameño-estadounidense en 1968, informaron fuentes judiciales.
Noriega, quien está preso en Francia a la espera de ser extraditado a Panamá, estaba citado a declarar este miércoles junto con los también militares Abundio Moreno y Aristóteles García por su presunta relación con la desaparición y muerte del guerrillero Everett Clayton Kimble, según un comunicado del Órgano Judicial panameño.
Sin embargo, ni Noriega ni García acudieron a declarar por lo que “han sido declarados reos rebelde”, señaló el boletín, que añadió que Moreno y García están acusados “por la supuesta comisión del delito de homicidio”.
“Yo en ese tiempo era un subalterno de muy bajo rango. No tenía nada que ver con eso”, aseguró Moreno, que sí acudió a declarar.
Kimble desapareció en diciembre de 1968 en la provincia de Chiriquí (fronteriza con Costa Rica), meses después del golpe militar que llevó al poder al general Omar Torrijos, en una época en la que Noriega era el jefe encargado de combatir en esa región a la guerrilla opositora.
El panameño-estadounidense “quedó ayudando a los guerrilleros como un experto en guerra porque los guerrilleros que se levantan en la frontera con Costa Rica no tenían mayores conocimientos”, dijo a la AFP Roberto Díaz, ex lugarteniente de Noriega.
“Lo captura la Guardia Nacional de entonces y posiblemente lo torturan o le producen una muerte violenta, aunque yo no recuerdo el caso de él”, explicó Díaz, segundo de Noriega hasta que en 1987 se distanció del régimen y denunció abusos y violaciones a los derechos humanos por parte del gobierno militar.
Kimble era conocido como “el Gringo” y había sido “combatiente en la guerra de Vietnam”, añadió.
“Era un señor muy callado tranquilo y no se metía con nadie”, sostuvo, sin embargo, Mario Solano, sobrino de la víctima.
Noriega, de 77 años, está a la espera de ser extraditado de Francia a Panamá, que lo reclama para que cumpla tres condenas de 20 años cada una por la desaparición de opositores del régimen (1983-1989) que encabezó luego de la muerte de Torrijos.
Desde que comenzó a combatir a la guerrilla en Chiriquí, Noriega “empieza a ganarse su fama represora”, aseguró Díaz.