El documento, de 16 páginas, entrega una serie de recomendaciones, definiendo como datos personales nombre, edad, sexo, RUT, estado civil, profesión, domicilio, número telefónicos y dirección postal, entre otros.

También incluye como datos sensibles los hábitos personales, el origen racial, las ideologías e ideas políticas, la creencias o convicciones religiosas, los estados de salud físicos y mentales y la vida sexual.

Establece que los organismos estatales pueden tratar este tipo de antecedentes sólo en materias que son de su exclusiva competencia.

El director del Consejo Para la Transparencia, Raúl Urrutia, dijo que lo que se busca es que las instituciones públicas, por ejemplo, cuando se les solicita alguna información operen con el criterio de la divisibilidad, es decir, tarjando los datos personales y sensibles de las personales involucradas.

Explicó que el instructivo es una forma de equilibrar el acceso a la información pública con el derecho a la privacidad.

El senador PPD, Eugenio Tuma, consideró positivo el instructivo del Consejo Para La Transparencia porque apunta a la protección de la intimidad de las personas.

Sin embargo, advirtió que aún falta crear una superintendencia específica para atender el manejo, administración y fiscalización de los datos personales.

Según las estadísticas del Consejo Para La Transparencia, más de un 35 por ciento de los amparos que recibe por acceso a información están relacionados con bases de datos que tienen los organismos estatales.

El instructivo fue publicado en el Diario Oficial y está a disponibilidad del público en la página web del consejo.