La tormenta Lee se debilitó en la noche del domingo tras alcanzar las costas de Luisiana (sur de Estados Unidos) y fue degradada a una depresión tropical por el Centro Nacional de Huracanes de ese país.

De todas formas el centro (NHC por su sigla en inglés) emitió advertencias de tornados para cinco condados del sureño estado de Mississippi.

De acuerdo al NHC la depresión se mueve lentamente hacia el este y debería girar hacia el noreste temprano el lunes, una semana después de que el huracán Irene devastara la costa este.

El ciclón se trasladaba a 55 km/h y arrojaría hasta 500 mm de lluvias en algunas zonas.

Las autoridades advirtieron a la población de la región sobre inundaciones relámpago.

Luisiana recibió con temor a Lee, ya que es un Estado castigado hace seis años por el huracán Katrina.

El gobernador Bobby Jindal declaró el estado de emergencia diciendo que estaba especialmente preocupado por los riesgos de inundaciones.

Lee, que se formó en el Golfo de México, tocó tierra a 80 km al sudoeste de la ciudad de Lafayette con vientos de 75 km/h, según el Centro Nacional de Huracanes (NHC), con sede en Miami.

Según las previsiones del NHC, el nivel de las lluvias esperadas de aquí al final del largo fin de semana (el lunes es feriado en Estados Unidos por ser el Día del Trabajo) debería alcanzar de 250 a 370 mm en una zona que va desde la parte central de la costa del Golfo de México hasta Kentucky y Tennessee, con un pico de 500 mm en algunas zonas.

El sábado, los primeros efectos de la tormenta tropical se hicieron sentir en Luisiana, donde los vientos y las fuertes lluvias podrían poner a prueba los diques de Nueva Orleans, devastada en el verano de 2005 por el paso del huracán Katrina.

El gobernador Jindal, al decretar el estado de emergencia, había llamado a los habitantes a “prepararse para lo peor”.

El presidente estadounidense Barack Obama “vigila la situación” provocada por Lee, indicó por su parte a la prensa el portavoz Jay Carney. Obama viajó a Nueva Jersey (noreste) para constatar los daños causados por otro fenómeno meteorológico, el huracán Irene, que dejó 43 muertos la semana pasada en la costa Este.

“Todo el país está con ustedes”, afirmó Obama a los habitantes de esta región, y prometió brindar “todos los recursos que sean necesarios a estas comunidades para reconstruirse”.