La regla de salida nula en atletismo, que fue introducida por la IAAF en 2010 y que acabó con los sueños del jamaicano Usain Bolt el domingo en la final de 100 metros del Mundial de Daegu, acumula detractores, pero también cuenta con algunos defensores.

La ley, que fue decidida por la federación internacional ante las quejas de las televisiones, esclavas de obligaciones comerciales y horarios, descalifica a cualquier participante que inicie su carrera antes del pistoletazo de salida.

La regla, en un principio, descalificaba a un atleta que realizaba dos salidas falsas, teniendo cada uno posibilidad de incurrir en una falta.

Ante el empuje de las televisiones, en 2003, pasó reducirse a dos en total, con lo que quedaría eliminado el atleta que protagonizara la segunda infracción, aunque no lo hubiera hecho en la primera. A partir de 2010, se decidió que todo el que cometiese un error sería eliminado.

Kim Collins, de Saint Kitts y Nevis, medallista de bronce en Daegu, en la segunda vez que se beneficia de la regla, tras ser campeón en 2003 después de ser descalificado el estadounidense Jon Drummond, también la criticó.

“Fue un mal día para el atletismo. No creo que sea una buena regla, pero si la IAAF piensa que es buena para la televisión permanecerá”, dijo Collins.

El ex velocista canadiense Bruny Surin, plata en 100 metros en dos mundiales, mostró su rechazo a la regla tras la descalificación de Bolt.

“En Twitter y mi Facebook, mucha gente está mandando mensajes de que están enfadados, porque para ellos esta regla es ridícula”, dijo Surin.

“Imagina que trabajas todo el año, que estás en buena forma y tiene una pequeña vacilación y estás fuera. No es justo para nada. La odio. Para mí que haya una salida nula da más tensión, más drama. Es excitante. Pero al ver lo que le pasó a Bolt, ya no quería ver el final”, señaló el canadiense.

El velocista estadounidense Tyson Gay, que se perdió el Mundial de Daegu por lesión, la criticó abiertamente.

“No me gusta nada. No tiene sentido. Nuestro deporte está cambiando, pero no creo que los atletas puedan decir mucho en este caso”, había dicho Gay antes del Mundial.

Como si se tratara de una premonición, Gay se refirió a Bolt sobre qué ocurriría si el jamaicano fuera descalificado.

“Si Usain Bolt tuviera una salida nula, al público no le gustaría, abuchearía y pediría que volviera a la carrera. Si algo así pasara en el Mundial o los Juegos Olímpicos sería como una llamada a despertarse”, señaló Gay asumiendo el papel de adivino.

“Estoy escuchando mucho sobre esto, de que toma tiempo a las retransmisiones televisivas, pero es el tiempo que necesitamos para estar listos, relajados. Hay que entender toda la presión que tenemos”. añadió Gay.

En su día, los estadounidenses se negaron a introducir la regla de las dos salidas falsas en su país, liderados por el ex campeón olímpico y mundial, Maurice Greene, y Jon Drummond, que enviaron una petición a la IAAF para pedir que les permitieran no aplicar el cambio.

Pero pese a las críticas, la federación internacional no tiene intención de cambiar la regla.

“Las reglas son las reglas y éstas son las que hay en este momento. No se ha tomado una decisión sobre hablar de esta regla en la próxima reunión del consejo de la IAAF (al final del Mundial)”, señaló un portavoz de la IAAF.

Pero no todo el mundo está en contra. El canadiense Donovan Bailey, campeón olímpico en los Juegos de Atlanta-1996 y en el Mundial de Gotemburgo-1995, la defendía “porque enseña disciplina”.

Allan Wells, campeón olímpico británico en Moscú-1980, también defiende la conveniencia de la regla, para evitar que con varias salidas falsas, uno hiciera una de forma expresa para meter presión a sus rivales. “A veces, un atleta hace una salida falsa de forma deliberada”, dijo el escocés.