La justicia argentina ordenó preservar la histórica cafetería Richmond de Buenos Aires que fuera refugio literario de intelectuales, entre ellos Jorge Luis Borges, luego de su cierre la semana pasada, informó este sábado la Agencia de Noticias del Poder Judicial.
El fallo hizo lugar a una medida cautelar para proteger el valor histórico y cultural de la cafetería situada en la céntrica calle Florida.
El juez ordenó al propietario y a los inquilinos que se abstengan de “efectuar o continuar cualquier modificación, restauración o alteración” en la estructura y la fachada del lugar.
La medida “incluye al mobiliario, que en el caso de haber sido retirado, deberá restituirse”.
La justicia dispuso además que el Ministerio de Seguridad y Justicia de la Ciudad garantice el cumplimiento del fallo mediante una custodia policial durante las 24 horas, para evitar cualquier alteración del inmueble o su contenido.
La legendaria Richmond cerró sus puertas abruptamente la última semana para dejar lugar a un local de ropa deportiva de una compañía estadounidense con sucursales en todo el mundo.
En los años 1920, Borges era un poeta y ensayista de 25 años que se reunía con otros intelectuales de su grupo literario en la Richmond, para largas tertulias literarias.
El salón señorial inaugurado en 1917 y diseñado por el arquitecto belga Jules Dormal, creador también del célebre Teatro Colón de Buenos Aires, fue vaciado por los dueños el domingo pasado en medio de la noche, dijeron testigos a la AFP.
Según el relato, los sillones estilo Chesterfield, mesas de mármol, billares y antiguas mesas de ajedrez del subsuelo fueron retirados en varios camiones, todos ellos objetos que ahora la justicia ordenó restituir.