Estados Unidos permite que policías mexicanos lancen operaciones contra los cárteles de la droga desde su territorio, como parte de la expansión de la cooperación bilateral, reveló este viernes un artículo del diario New York Times.
“Comandos mexicanos han viajado discretamente a Estados Unidos, se reúnen en áreas designadas y lanzan misiones en helicópteros a través de la frontera dirigidas contra presuntos narcotraficantes”, señaló el periódico, que cita a varios funcionarios que solicitaron el anonimato.
La agencia antidrogas estadounidense DEA brinda apoyo logístico a los policías mexicanos y comparte inteligencia con ellos sobre los cárteles, indicó el diario.
Estas operaciones, llamadas “búmeran”, comenzaron hace 18 meses pero solo se han llevado a cabo en pocas ocasiones y no han producido arrestos significativos, según las fuentes.
“No son operaciones conjuntas”, aclaró uno de los funcionarios, que aseveró que ningún agente estadounidense participa en ellas al sur de la frontera.
Otro artículo del New York Times hace tres semanas informó que Estados Unidos envió nuevos agentes de la CIA y ex militares para reforzar la guerra contra los cárteles, lo que provocó un revuelo político en México, muy sensible a la actuación de agentes extranjeros en su territorio.
El gobierno del presidente Felipe Calderón debió admitir ante el Congreso que agentes estadounidenses participan en México en tareas de cooperación de información contra el crimen organizado, pero aseguró que no operan armados y que no realizan tareas de coordinación, que se reservan a funcionarios locales.
Las operaciones búmeran son una actualización de otra iniciativa con ayuda de la DEA que fue usada contra el cártel de Tijuana por breves períodos a finales de la década de 1990.
“Los cárteles no esperan que la policía mexicana venga desde Estados Unidos”, señaló una fuente militar al New York Times.
Los gobiernos de Calderón y Barack Obama han llevado la cooperación bilateral a niveles inéditos en el marco de la Iniciativa Mérida mediante la cual Estados Unidos comprometió 1.300 millones de dólares para combatir al narcotráfico, a cuya violencia se atribuyen 41.000 muertos desde diciembre de 2006 en México.