Tres manifestantes sirios murieron y 18 más resultaron heridos este viernes, el último del ayuno musulmán del Ramadán, en que miles de personas se congregaron para expresar su oposición al régimen de Bashar al Asad al salir de las mezquitas.

“A dos de ellos, los mataron los Shabiha (paramilitares favorables al régimen), cuando iban a manifestarse, tras orar en la mezquita Ali ben Abi Taleb de Deir Ezor”, una ciudad que se encuentra a 460 kilómetros al nordeste de Damasco, declaró Rami Abdel Rahman, del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

“Otro más perdió la vida y tres personas resultaron heridas en una manifestación” en Nawa (sur), agregó.

Por su parte, la agencia oficial SANA indicó que tres miembros de las fuerzas de seguridad resultaron heridos a balazos en un ataque realizado por hombres armados y encapuchados, dos de los cuales fueron ultimados.

Según fuentes de la oposición, miles de sirios se manifestaron en varias ciudades del país este viernes “de paciencia y perseverancia”, como lo calificaron los opositores, quienes instaron a sus compatriotas a “unirse” porque “el Derecho ganará”

Fuerzas de seguridad dispersaron una manifestación en Deir Ezor, en el norte del país, mientras miles de personas desfilaban en varios barrios de esta ciudad industrial, indicó el OSDH.

Además, según Omar Idibi, portavoz de la Coordinación de Comités Locales, también hubo manifestaciones en Bukamal (frontera con Irak), en suburbios de Damasco, en Hiraq (sur) y Qamishli (noreste), donde muchos habitantes son de origen kurdo.

Según la ONU, más de 2.200 personas, en su gran mayoría civiles, han muerto en la represión del movimiento de protesta contra el régimen del presidente Bashar al Asad que comenzó en marzo. Los opositores aseguran que las fuerzas del orden sufrieron cerca de 400 bajas.

El emir de Qatar, Hamad Ben Jalifa Al Thani, calificó de “estéril” el viernes la represión en Siria e instó a Damasco a aplicar reformas inmediatas.

“El pueblo sirio no está dispuesto a abandonar sus reivindicaciones, después de haber pagado un precio tan alto”, dijo el emir. “El pueblo sirio sale a la calle (…) para obtener justicia y libertad”, estimó.

Por ahora, las potencias occidentales no han logrado convencer a los demás miembros del Consejo de Seguridad de la ONU para votar su propuesta de nuevas sanciones contra Siria.

Así, Rusia y China boicotearon el jueves las discusiones del Consejo sobre esta propuesta.

Rusia y China, junto a Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña, son los miembros permanentes del Consejo, integrado en total por 15 países, y tienen derecho a veto de sus resoluciones.

Otros miembros del Consejo, Brasil, India y Sudáfrica, también tienen fuertes reservas respecto a estas posibles sanciones, impulsadas por el Reino Unido, Francia, Alemania, Portugal y Estados Unidos.

La propuesta de estos países consiste en medidas contra Asad y su entorno (23 personas en total) y contra empresas que respalden al gobierno sirio, así como un embargo de armas total.