Un atentado suicida contra la sede de Naciones Unidas en Abuja, la capital de Nigeria, dejó este viernes al menos 18 muertos y ocho heridos, al tiempo que causó graves destrozos al edificio donde seguían bloqueados varios empleados de la organización internacional.

“Por ahora, tenemos 18 muertos y ocho heridos”, declaró en rueda de prensa Mike Zuokumor, responsable de la policía en la capital federal de Nigeria. “Fue un auto Honda. El autor del atentado murió en el acto y su cadáver quedó en tres pedazos”, precisó.

“Un hombre llegó al volante de un auto, forzó la entrada y embistió contra el edificio”, explicó bajo anonimato un agente de seguridad que se encontraba en el lugar del atentado.

Otro testigo corroboró esta versión. Según él, la explosión se produjo después de que un auto sospechoso entrara por la puerta principal del edificio, que se encuentra en la zona diplomática de la capital nigeriana, cerca de la embajada norteamericana.

Por ahora, el atentado no fue reivindicado, pero una secta islámica llamada Boko Haram perpetró varios ataques en los últimos meses en Nigeria, uno de ellos contra la policía nacional en Abuja, en junio.

Testigos, entre ellos corresponsales de la AFP, contaron que varios heridos fueron evacuados de la sede de la ONU hacia los hospitales de la ciudad.

Un empleado de la ONU dijo que varias personas quedaron bloqueadas dentro del edificio. “No sé lo que está pasando. Mucha gente se encuentra todavía bloqueada en los pisos del edificio. Necesitamos una grúa para sacar a la gente”, afirmó el empleado, que no quiso ser identificado.

El portavoz de la policía en Abuja, Zuokumor, dijo desconocer cuántas personas permanecían dentro de la sede de la ONU. “Las operaciones de rescate continúan”, añadió.

Una portavoz de la ONU en Ginebra confirmó rápidamente que la explosión fue provocada por una bomba. “Hablamos con nuestros colegas en Lagos, que confirmaron que la explosión fue causada por una bomba. No disponemos de mayor información por ahora”, dijo.

La sede de la ONU en Abuja agrupa a varias agencias de la organización operativas en Nigeria, como el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) o la Organización Mundial de la Salud (OMS), explicó a la AFP una empleada de la ONU, que también pidió el anonimato.

Según un corresponsal de la AFP, las medidas de seguridad en torno al edificio eran habitualmente elevadas. Los vehículos que no eran de Naciones Unidos no podían acercarse a la entrada del edificio, que se encontraba a una decena de metros de la calle.

El 19 de agosto de 2003, otro atentado contra la ONU había dejado 23 muertos en Bagdad, entre ellos el brasileño Sergio Vieira de Mello, que se encontraba en Irak como representante especial del secretario general de entonces, Kofi Annan.

La secta Boko Haram perpetró atentados principalmente en el noreste del país. En 2009, los militares acabaron con una rebelión de miembros de la secta que dejó cientos de muertos. Sus militantes volvieron a perpetrar atentados a partir de 2010, con el asesinato de agentes de seguridad, políticos, así como líderes religiosos, entre otros.

En Nigeria, las autoridades temían que la secta estableciera contactos con grupos radicales de otros países, como Al Qaida del Magreb Islámico (AQMI), que actúa más al norte.