Muchos animales del Zoológico Nacional de Washington percibieron el terremoto de magnitud 5,8, que sacudió el martes la costa este de Estados Unidos antes de que se iniciara y comenzaron a comportarse de forma extraña, dijeron funcionarios del zoológico.
El epicentro del sorpresivo y raro sismo se localizó en una pequeña ciudad del estado de Virginia, 134 kilometros al suroeste de la capital estadounidense.
A pesar de la distancia, los lémures de collar rojo aullaron unos 15 minutos antes del terremoto y luego de nuevo después de que ocurrió, dijo el zoológico en un comunicado el miércoles.
Los 64 flamencos del zoológico se agruparon justo antes del sismo, y permanecieron acurrucados mientras la tierra tembló.
Unos cinco a diez segundos antes del terremoto, muchos de los monos del zoológico “abandonaron lo que estaban comiendo y se subieron a la cima de la estructura en forma de árbol donde están exhibidos”. Muchos chillaron.
Tres segundos antes del terremoto una gorila hembra gritó, recogió a su cría y también se subió a la estructura, mientras que un orangután “comenzó a emitir sonidos como eructos -ruidos tristes y molestos normalmente reservados para demostrar irritación extrema-, antes y después del sismo”.
Cuando se produjo el terremoto, las serpientes del zoológico -incluyendo la cobra, la serpiente boca de algodón, y la falsa cobra de agua- comenzaron a retorcerse. El dragón de Komodo se escondió en su vivienda.
“Todas estas conductas son atípicas para esa hora del día”, dijo Don Moore, uno de los directores del zoológico, a la cadena CNN.
De todos los animales del zoológico, los pandas gigantes fueron los únicos que permanecieron como si nada ocurriera. “Según los cuidadores, los pandas gigantes no parecieron reaccionar al terremoto”, dijo el zoológico.