La residencia del líder libio Muamar Gadafi en Trípoli en encontraba asediada por intensos combates este lunes tras una amplia ofensiva rebelde respaldada por los países occidentales.

Según el canciller italiano Franco Frattini, el régimen del coronel Gadafi controlaba este lunes apenas “entre el 10 y el 15%” de Trípoli.

Una fuente diplomática que pidió el anonimato indicó que Gadafi estaría aún en su residencia de Bab Al Aziziya en Trípoli.

Hubo además combates en el sur de la capital, según un reportero de AFP presente en el lugar. Desde la mañana se produjeron enfrentamientos con armas ligeras y pesadas. Media hora más tarde se oían disparos de fusiles kalashnikov cerca del hotel Rixos, donde está alojada la prensa internacional.

Los occidentales liderados por Estados Unidos esperan que la ofensiva conduzca a una rápida victoria, más de seis meses después del inicio de protestas populares lanzadas contra Gadafi en el contexto de la “primavera árabe” que ya depuso al presidente egipcio Hosni Mubarak y al tunecino Ben Alí.

En una breve entrevista telefónica con el canal Al Jazeera, uno de los hijos de Muamar Gadafi, Mohamed, afirmó que estaba en su casa y que no tenía intención de irse.

Los rebeldes, que iniciaron su ofensiva el sábado por la noche, llegaron el domingo a la Plaza Verde, lugar simbólico donde los partidarios del régimen acostumbraban a reunirse para expresar su lealtad a su líder.

Unas horas antes, el coronel Gadafi había llamado a sus seguidores a “limpiar” la capital de rebeldes, en un mensaje sonoro emitido por la televisión estatal.

La ‘Operación Sirena’, iniciada el sábado, “se está realizando en coordinación entre el Consejo Nacional de Transición (CNT, órgano político de la rebelión) y los soldados rebeldes alrededor y en Trípoli”, había anunciado el portavoz del CNT, Ahmed Jibril, quien añadió que “la OTAN también está implicada”.

Los rebeldes procedentes del oeste de Libia entraron al anochecer en Trípoli y según un portavoz de la rebelión, Abdulá Melitan, también llegaron rebeldes por mar desde Misrata, a 200 km al este de Trípoli.

Los rebeldes, que al parecer no encontraron una resistencia importante, se acercaron del centro de la capital luego de tomar el control de varios barrios, entre ellos Tajura en el suburbio oriental de Trípoli, según testigos.

Mahmud Jibril, uno de los principales responsables del CNT, pidió a sus combatientes que se abstuvieran de toda venganza en Trípoli y les dijo que aún hay “focos de resistencia” de las tropas de Muamar Gadafi en la capital.

En Bengasi, decenas de miles de habitantes invadieron las calles de la “capital” de los rebeldes en el este de Libia para celebrar el cercano fin del régimen de Gadafi.

A pesar del éxito aparente de los rebeldes, el portavoz del régimen, Musa Ibarhim, afirmó que “el régimen sigue siendo fuerte y miles de voluntarios y soldados están listos para la batalla” y agregó que 1.300 personas murieron las últimas 24 horas en Trípoli. No fue posible verificar este balance.

Países occidentales esperan caída de Gadafi

Al cabo de más de seis meses de combate, la OTAN estimó el domingo que el fin del régimen está cerca.

La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) asumió el mando a finales de marzo de la coalición internacional que interviene en Libia bajo mandato de la ONU para proteger a la población civil de la represión que lanzó Gadafi, en el poder desde hace 42 años.

El fiscal de la Corte Penal Internacional, Luis Moreno Ocampo, anunció que Saif al Islam, uno de los hijos del coronel Muamar Gadafi, fue detenido, y precisó estar en contacto con los rebeldes.

Saif al Islam es el segundo hijo de Muamar Gadafi y portavoz oficioso del régimen. En el pasado fue presentado a menudo como el futuro sucesor a su padre.

Varios países occidentales estimaron también que el régimen se acerca a su fin.

Para Londres “queda claro luego de las escenas a las que asistimos en Trípoli que el final está cerca para Gadafi”. El primer ministro, David Cameron, acortó sus vacaciones y regresó a Londres, para celebrar este lunes una reunión urgente del Consejo Nacional de Seguridad sobre Libia.

El presidente francés Nicolas Sarkozy estimó que “no hay dudas” sobre el desenlace y Roma dijo que la “tragedia” del conflicto” llega a su fin”.

El presidente estadounidense Barack Obama afirmó que el régimen de Gadafi alcanzó su “punto de quiebre” y que el líder debe dejar el país ahora para evitar más derramamiento de sangre.

China afirmó a través de su cancillería que “respeta la elección del pueblo libio y espera que la estabilidad vuelva rápidamente a Libia.

Sudáfrica desmintió haber enviado aviones a Libia para facilitar una salida de Gadafi. La canciller sudafricana Maite Nkoana-Mashabane dijo que “el futuro de Gadafi debe ser decidido por los propios libios”.

El presidente venezolano Hugo Chávez, estrecho aliado de Gadafi, criticó el domingo a los gobiernos de Europa y Estados Unidos que “están demoliendo Trípoli con sus bombas”.