La “estabilidad económica del mundo depende en gran medida de la cooperación entre Estados Unidos y China”, dijo el jueves el vicepresidente estadounidense Joe Biden, presente en Pekín para responder a las críticas sobre la política estadounidense.

Joe Biden, 68 años, fue recibido en el Gran Palacio del Pueblo de Pekín por su homólogo chino Xi Jinping, llamado a suceder al presidente Hu Jintao al frente del Partido Comunista y del Estado chino.

“Me alegra verlo. Sé que está muy ocupado con sus asuntos internos”, dijo el vicepresidente chino al dar la bienvenida a Biden.

“Ustedes forman parte de nuestros asuntos internos”, respondió Biden, aludiendo probablemente al hecho de que China es el principal acreedor de Estados Unidos, que ha acumulado una deuda colosal sobre la cual el gobierno chino espera que tome medidas concretas para contenerla.

“Estoy absolutamente seguro de que la estabilidad económica del mundo depende en gran medida de la cooperación entre Estados Unidos y China”, afirmó Biden.

“Una China estable y próspera es positiva para Estados Unidos y todo el mundo”, dijo por su parte Xi.

“En el contexto actual, China y Estados Unidos tienen aún más intereses en común, en un sentido amplio, y asumimos más responsabilidades comunes”, agregó.

“Ninguna relación es más importante para Estados Unidos que una estrecha relación con China”, respondió Biden, que expresó la esperanza de que se desarrolle su relación personal con Xi.

La cuestión del déficit comercial de Estados Unidos promete acaparar una buena parte de las conversaciones de Biden en China, donde debe permanecer cinco días y entrevistarse con el presidente Hu y con el primer ministro Wen Jiabao.

Los chinos evocarán probablemente las posibles ventas de armas estadounidenses a Taiwán, que podría perturbar la mejora de las relaciones entre China y Estados Unidos, indicó la prensa china.

“Estados Unidos está cada vez más preocupado por la creciente influencia de China en el mundo y en Washington se prepara una nueva serie de ventas de armas a Taiwán”, la isla nacionalista considerada por Pekín como una provincia rebelde, destacó un editorial del diario oficial China Daily.

“Cualquier paso en falso en el tema de las ventas de armas estadounidenses a Taiwán puede perturbar la mejora de las relaciones entre las dos potencias”, agregó el editorial, que estimó que la visita de Biden debe ser una ocasión de enviar “señales positivas”.

La visita de Biden es posterior a las numerosas críticas de Pekín al acuerdo de última hora del 2 de agosto pasado entre la Casa Blanca y el Congreso sobre la deuda.

Pekín, que posee bonos del Tesoro norteamericanos por un monto de 1,7 billones de dólares, denunció en particular la “dependencia de la deuda” de Estados Unidos y exhortó a Washington a que deje de gastar más de lo que tiene.

“Hacer un pedido aquí es más complicado” que discutir con Xi, declaró Joe Biden al ser fotografiado en un restaurante callejero especializado en tripería.

Biden retornó luego al Gran Palacio del Pueblo para entrevistarse con el presidente de la Asamblea Nacional Popular (parlamento), Wu Bangguo.

Durante su visita Biden hablará probablemente del yuan, la moneda china, que para los estadounidenses está “ampliamente infravalorada” e incitará a los dirigentes chinos a desarrollar el consumo interno y a focalizar menos su economía en las exportaciones.

La Casa Blanca indicó por otra parte que durante su visita, Biden no dudará en “expresar su inquietud” sobre la situación de los derechos humanos en China.

El miércoles, Estados Unidos exhortó a Pekín a liberar al abogado chino y militante de los derechos humanos Gao Zhisheng, detenido en secreto desde febrero de 2009.