Las Bolsas europeas mantenían su febrilidad el lunes, víspera de una cumbre franco-alemana de emergencia, aunque con expectativas rebajadas después que Berlín y París descartaran la emisión de eurobonos para respaldar a países de la Eurozona acuciados por sus deudas.

Después de ese jarro de agua fría, las Bolsas de París y de Madrid cayeron ligeramente y Londres y Fráncfort redujeron sus alzas, aunque luego volvieron a operar en positivo.

Sobre las 10:30, la Bolsa de Londres progresaba un 0,94%, Fráncfort un 1%, París un 1,24% y Madrid un 0,44%.

Las plazas europeas se habían recuperado al final de la semana pasada de unas caída en picado, al anunciarse que el presidente francés, Nicolas Sarkozy, recibiría el martes en París a la jefa de gobierno alemana, Angela Merkel.

Pero los nervios volvieron a los mercados, después de que el portavoz del gobierno alemán, Steffen Seibert, indicara que la emisión de eurobonos no estaba al orden del día y que no se esperaba “nada de espectacular” de la cumbre. Poco después, El Elíseo confirmó que no sacaría el tema.

Los dos mandatarios harán recomendaciones al presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, dijo Seibert.

“Empezamos el día con la vista puesta en la cumbre de mañana entre la canciller Merkel y el presidente Sarkozy”, dijo el analista David Morrison, del grupo de inversores GFT.

“Teníamos la esperanza de que los dos líderes estuvieran dispuestos a actuar para frenar la crisis de la deuda y se especuló sobre un acuerdo para la creación de eurobonos”, añadió.

La idea de emisiones de eurobonos garantizados por países con mejores nota de crédito ha sido avanzada como una nueva forma de ayudar a Grecia y a otros miembros de la eurozona en dificultades.

Alemania se opone a la iniciativa porque considera que aumentará el coste de sus propios préstamos y libraría a los países en dificultades de aplicar las reformas que les permitan recuperar el equilibrio fiscal.

El Banco Central Europeo (BCE) anunció por su lado el lunes que compró 22.000 millones de euros en obligaciones de países de la Eurozona la semana pasada, un récord en sus adquisiciones de deuda pública, en el marco de un programa inactivo desde hacía unos cinco meses.

Estas compras representan la operación más importante de este tipo en siete días por el BCE desde el lanzamiento de este programa, en mayo de 2010, en plena crisis griega.

La semana pasada, el BCE, que ya procedió al rescate de Grecia, Portugal e Irlanda, contribuyó a calmar a los mercados al dar a entender que estaba dispuesto a comprar deuda de Italia y España, para evitar el contagio de la crisis.

En los mercados de cambio, el euro mantenía cierto optimismo, y se cotizaba este lunes a subió este lunes a 1,4445 dólares. El viernes en Nueva York se negociaba a 1,4249 dólares.

Los inversores estaban estimulados además por las ganancias en Asia, con la Bolsa de Tokio que saltó un 1,37% en respuesta a los datos del PIB Japonés, que demuestran que el país se encuentra en el camino de la recuperación tras el tsunami de marzo pasado, pese a estar aún en recesión (-0,3% en el segundo trimestre respecto al anterior).

La Bolsa de Hong Kong subió un 3,26%.

“Un tono más tranquilo parece haberse instalado en los mercados tras la agitación de la semana pasada”, dijo un analista de Rabobank, Jane Foley.

El encuentro Merkel-Sarkozy del martes, aunque no desemboque en medidas concretas, podría sin embargo ser útil al enviar un mensaje de cohesión a los mercados, estimaban otros analistas.

“Es útil ver a los dos dirigentes actuando juntos cuando Europa es percibida a menudo como una zona de cacofonía. El encuentro debe permitir demostrar que los dos países de la zona euro están de acuerdo en la gestión de los presupuestos y la reducción de los déficits”, aseguró Bertrand Lamielle, analista de BNP Paribas.