Los rebeldes libios tomaron el control este lunes de tres ciudades clave en la ruta hacia Trípoli, en uno de sus mayores avances desde el inicio del conflicto hace seis meses, coincidiendo con negociaciones en Túnez entre representantes del régimen y de la ONU.
El enviado especial de Naciones Unidas para Libia, Abdul Ilaj al Khatib, llegó este lunes a Túnez donde anunció que iba a “sumarse a las conversaciones que mantienen responsables del régimen y de la rebelión”.
Un portavoz de la institución se limitó a decir que el enviado podría mantener conversaciones con “personalidades libias”.
Rebeldes y dirigentes del régimen del coronel Muamar Gadafi mantuvieron negociaciones el domingo en Djerba (Túnez), según una fuente de la seguridad tunecina.
Sin embargo, en un mensaje sonoro difundido en la madrugada del lunes, Gadafi se mostró inflexible: “El final del colonizador está cerca y el final de las ratas está cerca (…) Al colonizador y a sus agentes sólo les queda recurrir a la mentira y la guerra psicológica, después de que fracasaran todas las guerras con todas las armas”, afirmó.
Y en Bengasi, “capital” de la rebelión en el este del país, el vicepresidente del Consejo Nacional de Transición (CNT, órgano político de los rebeldes), Abdel Hafiz Choga, desmintió toda negociación con el régimen “ya sea en Túnez o en cualquier otro sitio”.
En el terreno, los insurgentes afirmaron controlar la “mayor parte” de Zauiya, a 40 km al oeste de Trípoli, así como las ciudades de Garián y Sorman, situadas a 50 km al sur y a 60 km al oeste de la capital.
Los rebeldes también anunciaron que controlaban todas las zonas residenciales de Brega, aunque seguían los combates contra las tropas del régimen de Muamar Gadafi en el oeste de esta localidad petrolera y punto estratégico del este del país.
De esta manera, la rebelión se acerca a Trípoli, bastión del régimen de Gadafi, en el poder desde hace 42 años y que desde el 15 de febrero se enfrenta a una revuelta que se ha transformado en conflicto armado.
Estados Unidos dijo que está “alentado” por este avance y saludó los esfuerzos de los rebeldes “por cortar las carreteras de acceso a Trípoli y aumentar la presión sobre Gadafi”, explicó el lunes a la prensa la portavoz del departamento de Estado, Victoria Nuland.
La rebelión tiene también el “control total” de los 15 km de ruta entre las ciudades costeras de Zauiya y de Sorman, lo cual priva a Trípoli de su habitual vía de suministro desde Túnez, declaró a la AFP un portavoz de los insurgentes.
El régimen libio podría haber sufrido este lunes una nueva deserción. Naser Mabrik Abdalá, ex ministro del Interior y actual colaborador en ese departamento, llegó este lunes a Egipto a bordo de un avión privado con nueve miembros de su familia. Por el momento se desconoce la naturaleza de su viaje y si se trata de una nueva deserción del régimen.
En un esfuerzo por apoyar a la población, Holanda desbloqueó 100 millones de euros de haberes libios congelados que fueron puestos a disposición de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para compras de medicamentos con destino a la población libia.