El Leopardo de Oro, la mayor distinción del Festival de Cine de Locarno (Suiza), fue atribuido el sábado al filme “Abrir puertas y ventanas” (Back to stay), de la realizadora suiza-argentina Milagros Mumenthaler, y el Leopardo a la mejor interpretación femenina a María Canale por la misma película.
“Es el filme más logrado, el más completo, y además, se trata de una primera obra”, declaró el presidente del jurado del concurso internacional, el productor portugués Paulo Branco.
El 64º Festival de cine de Locarno dio la primacía a las primeras obras y a los filmes de “outsiders”.
Un filme argentino, dirigido por la joven Milagros Mumenthaler, que firma su primera realización, obtuvo el premio más codiciado.
María Canale fue galardonada con el premio a la mejor interpretación femenina por su actuación en esta película.
“Abrir puertas y ventanas” no figuraba en la lista de los favoritos señalados por los numerosos críticos y periodistas que se encontraban en Locarno, que habían pronosticado más bien obras como “Terri”, una película norteamericana sobre los problemas de la adolescencia, o “Vol special”, un documental suizo sobre la situación de las personas que piden asilo.
También llamó la atención de los críticos el filme japonés “Saudade”, de Katsuya Tomita, que cuenta la vida cotidiana en Japón de inmigrantes brasileños, descendientes de japoneses que se instalaron en Brasil hace más de un siglo.
Durante los diez días que duró el festival se sucedieron numerosas estrellas, glorias actuales o recientes del cine, en Locarno, una pequeña ciudad de encanto mediterráneo a orillas de Lago Mayor, respondiendo a la invitación de Olivier Pere, el director artístico de este festival.
Veinte filmes fueron seleccionados para el concurso internacional, el más prestigioso de este festival.