El asesinato el jueves en circunstancias misteriosas del general libio Abdel Fatah Yunes, que se unió a los rebeldes luego de ser un pilar del régimen del coronel Muamar Gadafi, constituye un golpe político y militar para la insurgencia.

Mustafá Abdeljalil, jefe del Consejo Nacional de Transición (CNT) rebelde, anunció que Abdel Fatah Yunes fue asesinado por un grupo de hombres armados cuando se dirigía desde el frente hacia Bengasi (este) tras ser convocado por una comisión de investigación para hablar de la situación militar.

Los rebeldes anunciaron tres días de duelo y responsabilizaron de la muerte del general a las fuerzas leales al régimen de Muamar Gadafi. “La intervención de Gadafi es muy clara en este asunto”, declaró en Bengasi el viernes un alto responsable rebelde que pidió el anonimato.

El régimen reaccionó diciendo por boca de su portavoz que Al Qaida está detrás del asesinato.