El mercado de la industria nuclear perderá dinamismo a consecuencia de la catástrofe en la central japonesa de Fukushima en marzo pasado, advirtió el jueves el grupo francés Areva, número uno del sector en el mundo.

El nuevo presidente de Areva, Luc Oursel, que acaba de reemplazar en el cargo a Anne Lauvergeon, precisó durante una teleconferencia que el mercado crecerá un 2% en promedio hasta 2030 para alcanzar 584 gigavatios (GW).

Esa previsión es inferior a la establecida en 2009, que cifraba en 659 GW la capacidad instalada.

Areva, que cotiza en Bolsa aunque está bajo control del Estado francés, difundió este jueves sus resultados semestrales que también sintieron los efectos del desastre de Fukushima, que ya le costó 191 millones de euros (273 millones de dólares) en contratos anulados.

El carné de pedidos del grupo se redujo en seis meses en 1.000 millones de euros, a 43.000 millones. Su resultado neto en el primer semestre de 2011 alcanzó los 351 millones de euros, en baja del 58% en comparación con el mismo periodo de 2010, cuando había registrado una plusvalía excepcional por la venta de una de sus filiales.

Areva había advertido que todavía estaba evaluando las consecuencias a medio y largo plazo del accidente de Fukushima, que podría llevarla a depreciar sus activos que de momento siguen valorados en más de 4.000 millones de euros.

Areva indicó que antes de fin de año presentará un nuevo plan estratégico.

“El objetivo del plan estratégico es precisar nuestras partes de mercado, pero confío en nuestra capacidad para conservar una parte importante”, dijo Oursel.