Unos 85 autores iberoamericanos donaron este viernes libros dedicados a Buenos Aires a la biblioteca donde trabajó el célebre escritor argentino Jorge Luis Borges, en una iniciativa lanzada por el premio Nobel de Literatura, el peruano Mario Vargas Llosa.
“Se trata de un conglomerado de lo más representativo de lo que pasa hoy en las letras hispanas. Esta biblioteca tiene un significado muy especial. Inexorablemente, nos lleva a Borges”, declaró el ministro de Cultura de la ciudad de Buenos Aires, Hernán Lombardi.
Los 101 tomos recibidos provienen de las bibliotecas privadas de 85 escritores iberoamericanos y llevan dedicatorias a Buenos Aires, declarada Capital Mundial del Libro 2011 por la Unesco.
“A la hermosa y querida Buenos Aires, con todo mi afecto”, escribió Mario Vargas Llosa en la primera página de su última novela “El Sueño del Celta”.
El autor peruano donó la totalidad de su obra autografiada a la biblioteca, cuando visitó Buenos Aires en el marco de su participación en la Feria Internacional del Libro.
La propuesta bautizada “Por amor a Buenos Aires” acrecienta el patrimonio de la biblioteca municipal Miguel Cané, en el barrio porteño de Boedo, donde Jorge Luis Borges tuvo su primer trabajo como catalogador entre 1937 y 1946.
Allí, una habitación todavía conserva el escritorio del autor de “El Aleph” y se exhibe su máquina de escribir, fotografías y primeras ediciones de sus textos.
En este marco, donaron obras Manuel Vincent, Fernando Savater, Rosa Montero, Javier Marías y Arturo Pérez-Reverte, entre otros autores españoles.
También se sumaron a la campaña, el cubano Eliseo Alberto, el chileno Hernán Rivera Letelier, el peruano Santiago Roncagliolo, los mexicanos Elena Poniatowska y Xavier Velasco, la uruguaya Carmen Posadas, los colombianos Juan Gabriel Vásquez y Laura Restrepo y el nicaragüense Sergio Ramírez.
Durante el acto, los hijos del autor y periodista argentino Tomás Eloy Martínez, cuya fundación funciona en el mismo edificio, donaron la obra completa de su padre, fallecido el 1 de febrero de 2010.
Esta donación puso en marcha la segunda etapa de la propuesta en la que se recibirán libros dedicados de autores argentinos residentes en el país.