La explosión de una o dos bombas de gran potencia cerca de la sede del gobierno en Oslo y un tiroteo en un campamento de verano laborista, al que tenía previsto acudir el primer ministro, causaron este viernes varios muertos y heridos, en lo que parece un ataque coordinado contra el corazón de Noruega en un barrio donde se encuentra la oficina del primer ministro Jens Stoltenberg, que no se encontraba en ella en ese momento..

Los dos ataques perpetrados el viernes en Oslo causaron 17 muertos, pero el balance puede aumentar, declaró un funcionario de la policía de Oslo.

Asimismo, explosivos no detonados fueron hallados en la isla de Utoeya, cerca de Oslo, donde un individuo, que fue detenido, disparó contra los participantes de una universidad de verano de la juventud laborista, anunció el comisario interino de la policía de Oslo, Sveinung Sponheim, en conferencia de prensa.

Según varios testimonios, la policía habló de “una o dos bombas”.

Casi en el mismo momento, un hombre disfrazado de policía abrió fuego durante un mitin de las juventudes laboristas en Utoeya, una isla en la periferia de Oslo, informó la televisión pública NRK.

La policía confirmó el incidente en la isla, donde se celebra un campamento de verano del gobernante partido laborista y al que tenía previsto acudir este viernes el primer ministro. Además las fuerzas de seguridad temen que haya explosivos colocados en la zona.

Uno de los participantes declaró al diario Varden que había visto al menos cuatro muertos. Según NRK, que cita a testigos, al menos cinco personas fueron alcanzadas por varias balas.

El autor del tiroteo fue detenido, anunció NRK, una información que no ha sido confirmada oficialmente.

La policía cree que los dos ataques están vinculados.

El primer ministro noruego hizo declaraciones a la prensa para mostrar que estaba sano y salvo tras el atentado y calificó la situación de “muy grave”.

Al parecer es la primera vez que se comete un atentado con bomba en Noruega, país miembro de la OTAN implicado en las operaciones en Afganistán y Libia.

El atentado fue perpetrado por la tarde en pleno corazón del barrio donde se encuentran varios ministerios y la redacción del periódico VG.

En las imágenes de las televisiones noruegas se veía la sede de las oficinas del primer ministro y otros edificios completamente desfigurados y las aceras llenas de cristales, así como una humareda y numerosas ambulancias amarillas.

“Vi que las ventanas del edificio del VG y de la sede del gobierno estallaron. Hay personas ensangrentadas en la calle”, declaró una periodista de la radio estatal NRK desde el lugar de los hechos.

“Hay cristales por todas partes. Es el caos total. Las ventanas de todos los edificios de los alrededores saltaron por los aires”, añadió la periodista de NRK Ingunn Andersen, que inicialmente pensó en un “terremoto”.

Un portavoz de la policía llamó a los habitantes de Oslo a “evitar las grandes concentraciones” y permanecer en casa.

“Varias decenas” de personas fueron hospitalizadas por heridas de diversa consideración, añadió.

El barrio fue acordonado y perros adiestrados por la policía peinaban el lugar en busca de otros explosivos mientras los bomberos luchaban contra las llamas en medio de un paisaje desolador.

Según el policía, se ha visto a un vehículo circular a toda velocidad poco antes de la explosión pero por el momento se desconoce si era un coche bomba.

“No tenemos una teoría principal, ni siquiera tenemos una hipótesis de trabajo”, declaró un responsable policial.

El barrio es muy céntrico y suele estar muy concurrido pero la explosión se produjo en un momento en que muchos de sus habitantes están de vacaciones fuera de la ciudad.

El jefe del gobierno no estaba en su oficina. “Todo lo que os puedo decir es que el primer ministro está en (lugar) seguro”, declaró uno de sus consejeros, Sindre Fosum Beyer.

El gobierno noruego mantendrá una reunión de crisis el viernes por la noche, anunció el primer ministro, entrevistado desde un lugar secreto por la televisión estatal NRK.

Estados Unidos, la Unión Europea y la OTAN condenaron el atentado y transmitieron su pésame y solidaridad a Noruega.