Los presidentes centroamericanos debaten este viernes sobre estrategias para enfrentar catástrofes naturales que destruyen sus países.

La cumbre del Sistema de Integración Centroamericana (SICA) tiene por escenario la capital de El Salvador, país que según Naciones Unidas es el más vulnerable del mundo a las catástrofes naturales, que le han costado a la región decenas de miles de muertos y decenas de miles de millones de dólares.

Los presidentes se reúnen además cuando todavía no pasó un mes de la cumbre en Guatemala, donde consiguieron 2 mil millones de dólares en cooperación para enfrentar al crimen organizado.

Pese a la urgencia de los temas, la reunión parece encaminarse a sacar un documento apenas de contenido protocolar, reconoció el jueves una fuente oficial consultada por la AFP.

Sólo cuatro de los ocho jefes de estado involucrados en el SICA comprometieron su asistencia: el anfitrión Mauricio Funes, el guatemalteco Álvaro Colom, el hondureño Porfirio Lobo y el nicaragüense Daniel Ortega.

“Vamos a darle seguimiento a lo que fue la reunión de seguridad que se tuvo en Guatemala y también vamos a ver aspectos sobre cambio climático y cómo este factor esta afectando a nuestra región”, dijo el canciller de Honduras, Mario Canahuati.

El único elemento concreto será la inauguración de la Base de Datos Climáticos regional, a la que Norman Avila, uno de sus responsables, calificó como el “google de la información meteorológica” y que demandó varios años de trabajo.

Ante el magro resultado previsto, la secretaria adjunta para la Reducción de Riesgo de Desastre de la ONU, Margareta Wahlström, eligió poner un poco de presión y elogió los esfuerzos de América Central pero los calificó como insuficientes.

“Espero que los presidentes van a empujar la ejecución, porque creo que existen las estrategias, existen las políticas, ahora tienen que dar las instrucciones a sus administraciones de seguir el tema”, dijo.

En los últimos cuarenta años del siglo XX las catástrofes naturales dejaron en la franja 57.000 muertos, 123.000 heridos y 10 millones de desplazados, según un estudio de universidades europeas y latinoamericanas.

Sólo el huracán Mitch y otros fenómenos naturales ocurridos entre 1996 y 1999 costaron 16.000 millones de dólares y provocaron la reducción de 1,3% del Producto Interno Bruto del área.

Para el 2050 las pérdidas podrían superar el 10% del PIB regional y para 2100 el 54%, según una investigación de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) titulada “La economía del cambio climático”.

Pero América Central es además una de las regiones más golpeadas por la violencia, con tasas de muertes violentas superiores a las de las zonas en guerra: 58 homicidios anuales cada cien mil habitantes en Honduras, 52 en El Salvador y 48 en Guatemala, según cifras de Naciones Unidas.

En América Central el crimen organizado encontró además abundantes candidatos para sus fuerzas de choque en el seno de las peligrosas pandillas conocidas como maras, o en ex combatientes de las guerras civiles que duraron décadas.

En Guatemala, hace cuatro semanas, la comunidad internacional prometió 2.000 millones de dolares a la región para abastecer tres fondos, que serán manejados por el SICA y que financiarán 22 proyectos de prevención y represión del crimen.

Este jueves, un mes después, los gobiernos apenas si avanzaron hasta pedirle al SICA que identifique cinco proyectos que puedan ponerse en marcha en el corto plazo, admitió el canciller de Honduras.