El entrenador de Paraguay, el argentino Gerardo Martino, y el de Uruguay, Oscar Tabárez, los que más tiempo llevan al frente de sus selecciones en Sudamérica, impusieron su experiencia para guiar a sus equipos a la final de la Copa América-2011.

Las dos mejores selecciones de la Copa América también fueron los más destacados representativos sudamericanos en el Mundial de Sudáfrica-2010, en el que Uruguay logró el cuarto puesto, mientras Paraguay fue eliminada en cuartos de final por 1-0 por España, finalmente la campeona.

Tábarez (64 años), técnico de la celeste desde 2006, llevó a su equipo a la élite del fútbol en la cita máxima sudafricana y a la final de la Copa América 2011 con un equipo en el que sobresalen los estelares delanteros Luis Suárez y Diego Forlán, pero respaldado en un sólido trabajo colectivo que tiene a la defensa como pilar.

‘El Maestro’, quien comenzó su carrera como entrenador en 1980 y pasó por importantes clubes como AC Milan y Boca Juniors, aprovecha al máximo las armas propias para potenciar a su equipo en compromisos en los que no es favorito, siempre priorizando el juego colectivo, y es un estudioso al detalle de las debilidades del rival.

Esa fórmula se evidenció con claridad en el partido de cuartos en el que Uruguay eliminó a Argentina en la tanda de penales, cuando en el tiempo regular Forlán llenó de centros el área del anfitrión cuya defensa hacía agua por los cuatro costados mientras los charrúas salieron con ‘chichones’ en la cabeza de tanto impactar las cesiones aéreas.

Uruguay desempeñó un papel discreto en la fase inicial con sendos empates 1-1 en la fase inicial en los dos primeros partidos ante Chile y Perú y un exiguo triunfo 1-0 ante la débil selección de México, pero comenzó a crecer y se instaló en la final que se jugará el domingo en el estadio de River Plate, ahora sí como favorito.

Tabárez puede ser el orientador que le permita a la selección uruguaya convertirse en la más ganadora del certamen continental, que hasta ahora comparte con Argentina con 14 títulos.

A cargo de la albirroja desde 2007, ‘el Tata’ Martino, un discípulo de Marcelo Bielsa, al que le copia los gestos y la forma de hablar, no está para nada conforme con el rendimiento de su equipo en la cita continental, pese a llegar la final.

Martino, de 48 años, se muestra insatisfecho porque la albirroja llegó a la final por sendas definiciones por penales ante Brasil (cuartos) y Venezuela (semifinales), y no ganó ninguno de los cinco partidos que jugó en el tiempo regular y la prórroga.

“No se puede hablar de la influencia del entrenador en un partido en el que el arquero (Justo Villar) y la fortuna salvaron al equipo”, admitió Martino tras el partido con Brasil en cuartos (2-0 en la tanda de penales), un concepto que podría aplicarse para el choque de semis ante Venezuela.

Villar, entre los dos mejores jugadores de la Copa hasta ahora junto al uruguayo Luis Suárez, marcó la diferencia en un equipo que se aferra a la lucha como principal argumento, aunque sigue ausente la generación de fútbol.

Pero goles son amores, como dice el refrán futbolero, y el seleccionado guaraní tendrá la oportunidad el domingo de lograr su tercer título continental.