Los rebeldes libios afirmaron este lunes haberse apoderado del puerto petrolero de Brega (este), una conquista mayor sobre las fuerzas leales a Muamar Gadafi, a las que mantienen bajo presión en el Oeste, tratando de despejar la ruta hacia la capital, Trípoli.

“El grueso de las fuerzas de Gadafi se retiró a Ras Lanuf” a unos 50 km al oeste de Brega, declaró Shamseddine Abdelmolah, un portavoz de los rebeldes, precisando que quedaban entre 150 y 200 soldados del régimen bloqueados en la estratégica instalación petrolera.

De confirmarse, la toma de Brega, a 800 km al este de Trípoli y a 240 km al suroeste de Bengasi, plaza fuerte de los rebeldes, representaría una victoria mayor para los rebeldes, y les permitiría disponer de infraestructuras vitales para el futuro económico del país.

La batalla por Brega, en poder de los pro-Gadafi desde abril, comenzó el jueves. Los rebeldes lanzaron un triple ataque desde el noreste, el este y el sureste, hasta llegar a las puertas de la ciudad. Luego debieron retirarse el viernes para permitir los bombardeos de la OTAN.

Los combates dejaron al menos 15 muertos y 274 heridos entre los rebeldes. Estos indicaron que tuvieron que aminorar su avance debido a minas y trampas con productos inflamables en los alrededores del importante centro petroquímico de Brega.

Las instalaciones petroleras no parecen haber sido incendiadas o saboteadas pero sí minadas.

La OTAN anunció que sus aviones destruyeron once vehículos militares y un centro de control en los alrededores de Brega.

Además de poder abastecer a los insurgentes en combustibles, la instalación ubicada en la punta sureste del Golfo de Sirta permitiría a la rebelión, en caso de ocuparla en buen estado, mejorar su situación financiera exportando petróleo.

El grupo de contacto reunido el viernes en Estambul reconoció al Consejo Nacional de Transición (CNT), la representación política de la rebelión, como “autoridad gubernamental legítima” en Libia, permitiéndole así establecer relaciones económicas con el extranjero.

Por el contrario, Rusia advirtió que no pensaba en absoluto plegarse a este iniciativa.

El sábado, el coronel Gadafi advirtió que “el pueblo libio está dispuesto a morir para defender su petróleo y no dejará jamás esta riqueza en manos de una banda de traidores sometidos a la OTAN”.

En el oeste, al menos 23 rebeldes fueron heridos el lunes en la madrugada en combates a unos veinte km de Misrata, enclave rebelde a 200 km al este de Trípoli, según la rebelión.

Por otra parte, los insurgentes afirmaron que los partidarios de Gadafi bombardearon sus posiciones a unos kilómetros del centro de Zliten (oeste), su próximo objetivo a 150 kilómetros al este de Trípoli.

De su lado, la OTAN anunció haber bombardeado una antena de radar del principal aeropuerto de la capital, utilizada antes para el control aéreo civil, pero que ahora era utilizada por el ejército.

Al suroeste de Trípoli, los rebeldes consolidaban sus posiciones después de los importantes avances a comienzos de mes.

Hubo duelos con cohetes entre tropas leales a Gadafi e insurgentes en Gualich y Bir Ayad, así como en la ciudad estratégica de Al Assabaa, a 80 kilómetros al sur de la capital.

“Lo más importante, es mantener los territorios que hemos conquistado, de asegurarlos antes de atacar”, afirmó a la AFP el general Mokhtar Farnana, comandante de los rebeldes en la región.