Las superfavoritas selecciones de Argentina y Brasil quedaron sorpresivamente afuera de la Copa América-2011 en cuartos de final este fin de semana y sus cotizadas estrellas, Lionel Messi y Neymar, fracasaron como las grandes figuras que esperaba el torneo.

Los seleccionados de Argentina el sábado en Santa Fe (centro) y de Brasil el domingo en La Plata (centro) quedaron eliminadas prematuramente del certamen por la misma vía de la tanda de penales ante Uruguay y Paraguay, respectivamente.

Los jugadores auriverdes mostraron una increíble ineficacia en la definición de penales al marrar los cuatro disparos ejecutados ante el estupor de unos 10.000 torcedores brasileños, desacostumbrados a semejante espectáculo.

El estadio de Colón de Santa Fe, conocido como ‘El cementerio de los elefantes’, enmudeció cuando el uruguayo Martín Cáceres marcó el quinto penal charrúa para el 5-4 definitivo que le impidió al equipo local cortar en su casa una racha de 18 años sin lograr título alguno.

Ambas selecciones sufrieron los férreos esquemas defensivos que les presentaron sus respectivos rivales como forma de frenar un poderío ofensivo que asusta.

Paraguay y Uruguay utilizaron un esquema similar al enfrentar a Brasil y Argentina, que pasaba por agruparse ordenadamente en defensa y utilizar un parecido dispositivo de doble marcaje sobre las figuras Messi y Neymar.

Al menos, el juvenil brasileño del Santos anotó dos tantos en la tercera y última fecha ante Ecuador 4-2 que le dio el boleto a cuartos a la auriverde, mientras la estrella del FC Barcelona sigue con la pólvora mojada, incluido el Mundial de Sudáfrica-2010, aunque mostró algo de su sello en los dos últimos encuentros de la albiceleste ante Costa Rica (3-0) y Uruguay (5-4 en penales).

Los técnicos de los dos equipos no atinaron autocrítica alguna pese a la impensada y temprana eliminación de las poderosas selecciones sudamericanas.

“Tengo experiencia en el fútbol para saber que la eliminación de hoy sirve para ser fuertes y reforzar la idea de un camino de construcción de un equipo fuerte”, afirmó el orientador brasileño Mano Menezes al término del partido con Paraguay.

De su lado, el argentino Sergio ‘Checho’ Batista sostuvo que “no es un fracaso” la eliminación en casa de su selección y desestimó renunciar al cargo.

“Fracaso no lo llamo, hicimos hasta lo imposible para ganar la Copa, no se nos dio. La palabra fracaso es muy fuerte, trabajamos para ganar, no creo que haya sido un fracaso”, repitió el ‘Checho’ en rueda de prensa al término del encuentro ante los celestes.

En la misma sintonía, Menezes y Batista consideran que el gran objetivo es el Mundial de Brasil-2014 pero iniciaron la marcha hacia la cita máxima con sendos traspiés y futuro cercano cargado de interrogantes que esperan develar pronto hinchas y torcedores.