La presidenta brasileña Dilma Rouseff inauguró el sábado cerca de Rio de Janeiro la construcción del primero de cinco submarinos brasileños de tipo Scorpene con transferencia de tecnología francesa.
Este programa de 6.000 millones de euros (8.480 millones de dólares) tiene como objetivo garantizar la protección de los 8.500 kilómetros de costas de Brasil y sus yacimientos de petróleo situados en aguas muy profundas.
Se prevé la construcción de cuatro submarinos Scorpene convencionales así como del primer submarino brasileño de propulsión nuclear, cuyo motor será desarrollado por Brasil. Francia también colaborará con la realización de una base naval y un astillero.
La construcción del primer submarino representa “un paso más (de Brasil) hacia la condición de país desarrollado, con una industria sofisticada”, dijo Rousseff en una ceremonia en Itaguaí, en el estado de Rio de Janeiro, informó el sitio de noticias G1 del grupo Globo.
El ministro francés de Defensa, Gerard Longuet, y su homólogo brasileño Nelson Jobim también asistieron al acto inaugural.
El primer submarino será entregado a la Marina de Brasil en 2017, y los restantes serán entregados de forma sucesiva hasta 2023, según el Ministerio de Defensa.
Serán construidos con una transferencia de tecnología del grupo francés DCNS, especializado en construcciones navales de defensa, en colaboración con el gigante brasileño de obras públicas Odebrecht.
Los Scorpene, que tienen una longitud de unos 75 metros, “son submarinos oceánicos polivalentes diseñados para todo tipo de misiones, incluyendo la lucha contra los buques de superficie, la guerra antisubmarina, las operaciones especiales y la recopilación de información”, dijo la DCNS en un comunicado.