La policía británica buscaba el sábado a un misterioso envenenador tras la muerte inexplicada de tres pacientes en un hospital de Manchester, que podrían haber sido víctimas de un medicamento adulterado intencionalmente.

Las autoridades descubrieron insulina en un lote de ampollas de suero fisiológico guardadas en un almacén del establecimiento, después de que una enfermera diese la alerta a principios de semana, informaron los responsables del Stepping Hill Hospital de Stockporte (noroeste de Inglaterra).

La enfermera había constatado que en su servicio un número de pacientes superior a lo normal presentaba, sin motivo aparente, un bajo nivel de azúcar en la sangre. La insulina es una molécula cuya función es precisamente impedir que aumente el nivel de glucemia.

Los investigadores estudian actualmente tres muertes sospechosas, la de una mujer de 44 años el 7 de julio, y las de dos ancianos, de 71 y 84 años, esta semana.

Piensan que la insulina fue deliberadamente inyectada en las ampollas de suero fisiológico que fueron utilizadas en al menos dos servicios, pero esperan los resultados de exámenes post mortem para pronunciar definitivamente las causas del deceso.