Ninguna persona nace sabiendo cómo ser padre o madre, pues es algo que se aprende en el transcurso de la vida. Y es en ese proceso en el que muchos cometen errores, sobre todo cuando se trata de lidiar con el mal comportamiento de los hijos
Michele Borba, autora de “The Big Book of Parenting Solutions” (El Gran Libro de las soluciones para la crianza de los hijos), hay patrones de conducta en los niños. Un pequeño suele hacer lo mismo cuando está cansado, con hambre o enojado, por lo que los padres deben tomar nota y tomar desiciones en base a lo que observan. Cuando se hace caso omiso a las señales que da un niño, se cometen muchos errores de la disciplina.
Por ello, un grupo de expertos reveló cuáles son los pasos en falso más comunes y qué hacer para remediarlos (Vía Parents.com):
1. Ser demasiado negativo:
“No le pegues a tu hermana”, “Deja de hacer eso”, “No hagas esto otro”. Sin duda que hay un montón de cosas que no quieres que tu hijo haga, pero ser demasiado negativo puede que no ayude a corregir su conducta.
Los especialistas recomiendan preguntarle por el comportamiento que deseas ver. Y es que “los padres dicen NO con tanta frecuencia que los niños se vuelven sordos a ella y la palabra pierde su poder”, explica Borba.
Por otra parte, “generalmente a los niños se les dice que no deben hacer algo sin que ellos sepan lo que deben hacer”, señala Linda Sonna, autora de The Everything Toddler Book (El libro de todo sobre los niños).
En lugar de decirle “No estés de pie en la tina”, dile “sentémonos en la tina porque es resbaladizo” y luego si hace caso, felicítalo con una frase como “me gusta como estás sentado”.
2. Esperar demasiado de los hijos.
Los padres se mortifican cuando los niños pequeños gritan, corren y se comportan mal en lugares públicos y tienden a retarlos reiteradas veces.
Según los expertos, los niños muy pequeños todavía no han desarrollado el control de impulsos o aprendido el comportamiento social requerido en lugares públicos. “Los padres asumen que los niños saben más que ellos. Cuando tu hijo rompa una norma, recuerda que no está tratando de causar un dolor, simplemente él no sabe cómo actuar en una situación” dice la doctora Sonna
Lo mejor es centrarse en mostrar a tu hijo cómo quieres que se comporte, en voz baja diciendo cosas como: “Estoy tranquilo porque se que estoy en la iglesia, pero si necesito algo lo digo despacio”, señala la especialista.
También se puede señalar lo que hacen otros. Por ejemplo, dile “mira lo tranquilo que está Juan, esperando su comida”. Los niños son imitadores innatos, por lo que la modelización o llamar la atención sobre algo que queremos que ellos hagan es muy bueno.
“Se necesita tiempo y repetición para que los niños aprenden a comportarse”, indica Sonna.
3. Esperar que los hijos no hagan cosas que los padres hacen
Cuando algo se cae o te cortas un dedo, dices groserías o garabatos, pero si tu hijo reacciona de la misma forma, te enojas.
Los terapeutas recomiendan disculparnos y decir que no lo haremos más, cuando hacemos algo inadecuado. “Hay un efecto boomerang para el comportamiento: si gritamos, nuestros hijos probablemente también lo harán”, dice Devra Renner, coautor de la Mommy Guilt (“La culpa de mamá”).
“Las emociones son poderosas y difíciles de controlar, incluso para los adultos”, dice Renner, pero decir “lo siento”, demuestra que somos responsables de nuestras acciones. Además, esto crea la oportunidad de hablar acerca de por qué reaccionaste de la manera que lo hiciste. Si le dices “cállate”, anda donde él y dile que te disculpe ya que así no se debe hablar.
4. Intervenir cada vez que los hijos hacen algo potencialmente molesto
Generalmente los padres sienten la necesidad de intervenir cada vez que los niños hacen algo. Ten en cuenta que a veces los niños hacen cosas que son molestas, ya que están explorando nuevas habilidades o porque buscan atención.
Borba recomienda guiarse por la siguiente norma: Si la seguridad no es un problema, sé sólo un vigilante. Si su hijo de 6 años de edad da vuelta un líquido o algo por el estilo, déjalo y observa qué pasa. Lo más probable, es que si lo ignoras deje de hacerlo y habrás evitado una pelea entre ambos.
5. Mucha charla y poca acción
“Apaga la televisión, esta vez lo digo en serio”, es una frase común en muchos hogares. Tu hijo continuará con el mal comportamiento con advertencias vagas que no tienen consecuencias reales. Los especialistas recomiendan establecer límites y seguir adelante. Si persiste, recurre a la negociación, dice Robert MacKenzie, autor de Setting Limits With Your Strong-Willed Child (Ajuste de los límites con su hijo).
Para enseñar a los niños a seguir las reglas, debes hacer que las expectativas sean claras, y aplicar la acción cuando se rompa la norma.
6. No esperar que el niño se calme
Un tiempo de espera es una oportunidad para que un niño se calme, no un castigo. Sonna sugiere tomar un tiempo para sentarse en silencio con el niño. Si está muy molesto, esperar a que se tranquilice.
Una vez que está relajado, explicar por qué el comportamiento no estaba bien.
7. Asumir que lo que funciona para un niño funciona para otro.
Es fácil culpar a tu hijo cuando una técnica de disciplina no funciona. Sin embargo, “puede que tengas que descubrir cómo obtener el comportamiento que deseas de una manera diferente con cada niño”, señala Avivia Pflock, coautor de la Mommy Guilt (La culpa de mamá). Además “el castigo debe ser proporcional a la falta”, añade.