Con la entrega de 35 mil plantas de pino, para unas 80 familias rurales de Quillón, se inició el Plan de Reforestación Campesina 2010-2014, apoyado por la Corporación Chilena de la Madera Región del Bío-Bío, basada en el Tercer Plan de Forestación Campesina para Quinquenio 2010-2014.

Este Plan nació en 1999 con el principal objetivo de ser una alternativa económica para miles de familias y de paso contribuir a la recuperación de suelos afectados por la erosión, el más grave problema ambiental que existe en la zona.

En la región existe una estrecha relación entre pobreza de los suelos y de la población, la realidad muestra que las comunas rurales que tienen los mayores índices de pobreza, también tienen más elevada proporción de suelos degradados.

Actualmente, las empresas forestales asociadas a Corma han donado aproximadamente 12 millones de plantas, beneficiado a más 12 mil familias de pequeños propietarios de tierra en 38 comunas de nuestra región.

El programa involucra a instituciones públicas y empresas privadas, en donde se ha desarrollado una probada experiencia en mejorar la calidad de vida del campesinado, como una fuente de generar recursos y la recuperación de suelos erosionados, problema que solamente en la Región del Bío-Bío afecta a 620.000 hectáreas.

Hoy nuestro país cuenta con 2,1 millones de hectáreas de suelos plantados con especies de rápido crecimiento, como pino y eucalipto, que generan 500.000 empleos directos e indirectos. La meta es forestar 1 millón de hectáreas adicionales en un plazo de 8 a 10 años, lo que haría posible generar otros 200.000 empleos, llegando en total a 700 mil en las áreas del bosque, la industria y servicios.

Para ello, es preciso fomentar esta actividad como un proyecto país, involucrando principalmente a los pequeños y medianos propietarios de tierras, para quienes será un negocio muy atractivo.

Los beneficiarios de este III Plan de Forestación Campesina, tienen en el cultivo de árboles, una actividad complementaria a sus labores tradicionales.