Los manifestantes instalados desde el viernes en la plaza Tahrir de El Cairo decían este miércoles que están decididos a seguir allí para pedir reformas, pese a la advertencia del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, que dirige el país desde la caída de Hosni Mubarak.

Cientos de personas que pasaron una noche más acampadas se mostraron decididas a permanecer en la emblemática plaza hasta que “todas las demandas sean satisfechas, y no sólo cuatro o cinco de ellas”, como dijo uno de los manifestantes, Tarek Mehana.

El ejército, en el poder desde la dimisión del presidente Mubarak el 11 de febrero, “ha perdido nuestra confianza, porque en seis meses no ha pasado nada”, dijo George Ekram, de 18 años.

Los manifestantes critican la lentitud de las reformas desde la caída de Mubarak, y reclaman una purga de la policía y una justicia más firme y más rápida con los dirigentes del ex régimen.

Un miembro del consejo militar, el general Mamduh Shahin, advirtió que el ejército “no utilizaría la fuerza contra los manifestantes, pero se mostraría firme ante toda tentativa de sabotaje”.

El consejo advirtió a los manifestantes contra todo “perjuicio a los intereses de la población” u “obstrucción a las instituciones del Estado”.

Pese a ello, miles de personas marcharon el martes desde la plaza Tahrir hasta la sede del gobierno, para pedir la renuncia del jefe del consejo militar en el poder, el mariscal Husein Tantaui.