El categórico triunfo del derechista Mauricio Macri en la primera vuelta de los comicios comunales de la capital argentina alienta a las fuerzas de la oposición para enfrentar a la presidenta Cristina Kirchner en los comicios generales de octubre, según analistas.

Macri (52 años) es un magnate heredero de un imperio empresarial que busca su reelección como alcalde de Buenos Aires, pero a nivel nacional está en primera fila entre los líderes opositores a la mandataria peronista.

El alcalde obtuvo una amplia ventaja de 47,1% sobre el 27,8% del candidato progubernamental, el sociólogo de centroizquierda Daniel Filmus (56 años), pero no pudo evitar el balotaje que se celebrará el 31 de julio.

La primera reacción al comicio en el distrito más rico del país y el cuarto más poblado (2,9 millones de habitantes) fue el impulso a su favor que sintieron los rivales de Kirchner para las presidenciales del 23 de octubre.

El presidenciable de la Unión Cívica Radical (UCR, socialdemócrata), Ricardo Alfonsín, dijo que si fuera porteño en la segunda vuelta votaría “contra las pretensiones hegemónicas del gobierno (federal)”, en implícito respaldo a Macri.

El candidato a mandatario por el peronismo disidente, el ex jefe de Estado Eduardo Duhalde (2002-2003), dijo de su lado que se demostró que los kirchneristas “no son invencibles”, pese a lo que señalan las encuestas.

Y la aspirante a la presidencia por la Coalición Cívica, la liberal cristiana Elisa Carrió, sostuvo que “esto preanuncia la derrota del gobierno en octubre”.

La lectura que realizan del resultado los consultores y encuestadores es menos optimista respecto de la suerte de la oposición, pero coinciden en que apareció un nuevo escenario político.

“El triunfo de Macri puede iniciar un ciclo de victorias opositoras en distritos grandes que influya en el clima político a favor de la oposición en las internas abiertas y obligatorias de agosto”, dijo el politólogo Rosendo Fraga, director de la firma consultora Nueva Mayoría.

Fraga aludió así a las próximas elecciones a gobernador en Santa Fe (tercer distrito en población) y Córdoba (segundo), donde los sondeos auguran triunfos opositores, en camino a las primarias del 14 de agosto, que se celebrarán por ley, aunque los presidenciables no compitan contra adversarios internos.

“El 14 de agosto tendrá sólo el valor de una encuesta con la gente votando. Pero el opositor que más votos saque se fortalecerá como rival de Kirchner”, dijo Fraga a la AFP.

Sergio Berensztein, director de la empresa Poliarquía, dijo que “la pregunta que nos hacemos es si Cristina se va a jugar su prestigio para respaldar a su candidato (Filmus) o va a dar por perdido el distrito y apuntar las fuerzas al 14 de agosto”.

Pero “la fragmentación de las fuerzas de la oposición impide que un candidato presidencial competitivo pueda capitalizar el triunfo de Macri, e incluso algunos de sus votantes podrían eventualmente apoyar a Cristina”, agregó el analista.

Quien seguro no puede capitalizar a nivel nacional la avalancha de votos es el propio Macri, que hace unos meses se bajó de la carrera presidencial, desalentado por las encuestas que dan ganadora a Kirchner en primera vuelta.

“La tendencia de intención de voto en todo el país es que triunfen los oficialismos, como el de Macri a nivel local, y el de Kirchner a nivel nacional”, afirmó a la AFP el sociólogo Jorge Giacobbe, director de la consultora homónima y colaborador de Transparencia Internacional.

Esta tendencia del electorado se sustenta, según los analistas, en el vigor de la economía que crece a un promedio de casi 8% en la última década, con récords de consumo, a pesar de los bolsones de pobreza endémica.

Frente a esta hegemonía oficialista, el emergente que puede librar la gran batalla contra Kirchner, según el sociólogo y consultor Enrique Zuleta Puceiro, es el radical Alfonsín.

“Alfonsín va a tener voto favorable frente a (el resto de) la oposición. Y lo va a superar a Duhalde”, dijo Zuleta Puceiro sobre la lucha por definir quién podrá desafiar el poder del kirchnerismo.