Cuatro de las grandes estrellas que llegaron a la Copa América 2011 precedidas de credenciales de excelencia, el argentino Lionel Messi, el uruguayo Diego Forlán, y los brasileños Neymar y Ganso, permanecen en deuda al promediar la 43a edición del torneo.

Cada uno a su manera había despertado especial expectativa y a todos se les adjudicó en el previo un papel superlativo en sus selecciones.

Transcurridas dos fechas en los grupos de clasificación, Argentina, Brasil y Uruguay apenas recogieron empates y tanto el rendimiento colectivo como el individual dejó mucho que desear.

El once albiceleste que dirige Sergio Batista rescató un modestísimo empate 1-1 con Bolivia en el partido inaugural de la Copa y luego volvió a empatar pero 0-0 contra Colombia, un equipo muy bien estructurado que incluso pudo haber ganado ese partido.

Brasil chocó de entrada con Venezuela y se retiró de la cancha con otra igualdad sin goles, que repitió días después al sellar tablas 2-2 con el siempre peligroso Paraguay.

Uruguay, cuarto en el Mundial de Sudáfrica-2010, debutó con un empate 1-1 con Perú y luego igualó con un Chile que le hizo precio también con un 1-1.

Messi, mejor jugador FIFA en 2009 y 2010 y Balón de Oro, brilló por su ausencia en el primer choque de Argentina y en el segundo el jugador del FC Barcelona tocó fondo y deambuló por la cancha sin encontrar con quien dialogar futbolísticamente.

‘La Pulga’ estuvo desde entonces en boca de todo el mundo e incluso salió a luz un incidente verbal protagonizado por el talentoso jugador y su compañero, el defensa Nicolás Burdisso.

Hasta el padre de Messi salió a la palestra y otro tanto hizo el ídolo argentino y ex seleccionador Diego Maradona para quebrar una lanza en favor de ‘Lio’.

El uruguayo Forlán, mejor jugador del Mundial sudafricano, también ha tenido problemas para cumplir en la Copa, aunque en el primer partido de los celestes, ante Perú, realizó una actuación al menos aceptable.

En el segundo choque el jugador del Atlético de Madrid no dio la nota y en muy pocas ocasiones pudo ejercer su influencia ni establecer una sociedad productiva con los otros dos goleadores celestes, Luis Suárez (Liverpool, Inglaterra) y Edinson Cavani (Napolés, Italia).

Los brasileños Ganso y Neymar, integrantes de la última generación de astros auriverdes, también quedaron en deuda.

En dos partidos Neymar, un atacante que llevó al Santos a consagrarse recientemente campeón de la Copa Libertadores de América, pasó absolutamente desapercibido.

Ganso, elegante volante de fino toque y gambeta precisa, también tuvo dos partidos para el olvido, y salvo en un par de jugadas, contra Paraguay, pudo demostrar su capacidad.

Como contrapartida tres futbolistas de cartel ratificaron sus bondades: el chileno Alexis Sánchez, el peruano Paolo Guerrero y el uruguayo Suárez.

Sánchez, jugador del italiano Udinese pero con un pie en el FC Barcelona, realizó frente a Uruguay un gran segundo tiempo y a puro regate y velocidad enloqueció a la defensa celeste.

Guerrero, del Hamburgo alemán, marcó dos anotaciones, uno ante Uruguay y el segundo a México, para liderar la tabla de goleadores del torneo.

Finalmente, Suárez puso en la cancha toda su potencia, habilidad y velocidad para transformarse en uno de los mejores jugadores celestes en el torneo.