Bolivia tiene un flanco abierto en su lucha antidrogas: sus fronteras “descubiertas”, que permiten la circulación de droga de Colombia y Perú y de mafias extranjeras que representan una amenaza para su seguridad interna, dijo este jueves un diplomático de la Unión Europea (UE).

“Estamos (en Bolivia) totalmente descubiertos en las fronteras, tenemos un flanco abierto frente al tráfico de drogas de otros países como Perú o Colombia, que transita por el país”, afirmó Nicolaus Hansmann, agregado de la Sección Cooperación de la UE en La Paz.

Hansmann, entrevistado por el diario Página Siete, dijo que “hay una gran cantidad de droga peruana o de otra procedencia que es canalizada por Bolivia” pero “no tenemos los instrumentos e instituciones y conceptos de parar esto, por eso es que tenemos mucha más droga en Bolivia, pero no de origen boliviano”.

Es por ello que hay una mayor presencia de mafias extranjeras en Bolivia, y “una muestra de ello es que de las 300 personas detenidas en operativos antidroga hasta la fecha, 200 son de otras nacionalidades”, agregó.

“Esto representa una amenaza a la seguridad interna del país”, complementó el funcionario diplomático.

El gobierno del presidente boliviano Evo Morales se incautó de enero a la fecha casi 12 toneladas de cocaína, entre pasta base y clorhidrato, y asegura que cerca de un 50% es de procedencia peruana.

En Bolivia fueron incautadas en 2010 cerca de 27 toneladas de cocaína, aunque según las Naciones Unidas el país tiene una capacidad para producir entre 110 y 120 toneladas anuales, que lo colocan como tercer productor mundial después de Colombia y Perú.

Bolivia también tiene plantadas 30.900 hectáreas de coca, materia prima para hacer droga, de las que sólo 12.000 son reconocidas legales para usos ancestrales, como masticación, infusión y rituales religiosos andinos.