El ministro de Transportes de Brasil, Alfredo Nascimento, suspendió el martes por un mes “todos los procesos de licitación de obras, proyectos y servicios de ingeniería” de su cartera, según un comunicado oficial, tras denuncias de corrupción en obras públicas de infraestructura.

El ministro “suspendió cautelarmente todos los procedimientos licitatorios de proyectos, obras y servicios de ingeniería en curso”, de acuerdo al texto divulgado por el ministerio de Transporte, después de que el domingo cuatro funcionarios de esa cartera fueran separados de su cargo preventivamente.

La suspensión es por un plazo “de treinta días” y sólo excluye a los proyectos “previamente autorizados por la Secretaría Ejecutiva de esta cartera, que sean de carácter urgente y cuya paralización comprometa la seguridad de las personas o el patrimonio”, según la nota.

Nascimiento también informó en la comunicación oficial que acudirá la próxima semana a una audiencia en el Senado para aclarar la actuación del ministerio de Transporte en los casos denunciados.

Este martes, los líderes de la oposición en la Cámara de Diputados presentaron un documento en la Procuraduría General de la República pidiendo que se investiguen las denuncias de irregularidades en el ministerio de Transporte.

El Partido Popular Socialista (PPS) pide que se incluya al ministro Nascimiento entre los funcionarios investigados, mientras que el también opositor Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) quiere que las pesquisas alcancen a toda la cúpula del ministerio de Transportes y aborden incluso la actuación del contralor general de la nación Jorge Hage.

El domingo, el ministro anunció la suspensión de su jefe de gabinete y el director del Departamento Nacional de Infraestructura de Transportes (Denit), además de otros dos altos funcionarios de rango inferior, por sospechas de cobro de coimas a empresas constructoras.

Los funcionarios fueron separados de sus cargos hasta que termine la investigación.

Las denuncias sobre las irregularidades habían sido publicadas el sábado por una revista semanal y explicarían el aumento desmesurado en el costo de obras de infraestructura vial que el gobierno pretendía llevar a cabo este año.

Precisamente en este momento, Brasil se encuentra en un proceso de llamado a licitación de obras de infraestructura tanto de cara a la Copa del Mundo de fútbol de 2014 como a los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro en 2016.

Entre las obras que podrían verse afectadas por la suspensión, se encuentra la del tren de alta velocidad entre Sao Paulo y Rio de Janeiro, pues la entrega de propuestas por parte de las empresas interesadas en este gigantesco proyecto estaba prevista para el próximo 29 de julio.

La licitación del tren de alta velocidad, un proyecto estimado en 20.000 millones de dólares, ha sido pospuesta ya en dos ocasiones por el gobierno brasileño e incluso está en duda que el tiempo alcance para que esté terminado en 2016.

Por otra parte, el Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC), que busca estimular los sectores productivos y llevar beneficios sociales a la población a través de inversiones en infraestructura de la mano con medidas económicas, también podría verse comprometido.