Decenas de policías y civiles murieron en dos días de combates en una zona recóndita del este de Afganistán, tras un ataque de talibanes procedentes de Pakistán contra comisarías, anunciaron el miércoles fuentes oficiales.

Doce policías murieron y otros cinco resultaron heridos en una contraofensiva lanzada el miércoles en la mañana, y que permitió “limpiar el distrito de Kamdesh, en la provincia de Nuristán”, afirmó el ministerio del Interior en un comunicado.

De su lado, el gobernador de la provincia de Nuristán, Jamaluddin Badr, indicó a la AFP que “el informe recibido de la zona da cuenta de 33 policías fronterizos y cinco civiles, entre ellos dos mujeres, muertos”.

Según el ministerio afgano del Interior, que no dio ningún balance de policías muertos, “12 ciudadanos paquistaníes” figuran entre 27 insurgentes muertos.

Por su parte, el gobernador de Nuristán dio cuenta de 40 insurgentes muertos durante los enfrentamientos, precisando que se trataba en su mayoría de talibanes paquistaníes.

El ministerio dijo que “terroristas procedentes del otro lado de la frontera paquistaní atacaron puestos de policía en el distrito de Kamdesh”, fronterizo con Pakistán.

Los insurgentes tuvieron que hacer frente a “una resistencia importante por parte de la policía”, añadió el ministerio.

“La situación en las zonas fronterizas del distrito de Kamdesh ha vuelto a la normalidad y la policía refuerza sus posiciones”, aseguró el ministerio del Interior.

Nuristán es una provincia montañosa del noreste, de difícil acceso, donde la rebelión islamista está bien implantada.

En mayo pasado, las fuerzas afganas, apoyadas por tropas internacionales rechazaron a los insurgentes que amenazaban con tomar el control de un distrito de la provincia.

El abril, el Wall Street Journal había indicado que combatientes de Al Qaida volvían a instalarse progresivamente en el Nuristán y en la provincia vecina de Kunar, aprovechando la retirada progresiva de las tropas estadounidenses de la región, que abandonaron sus posiciones más avanzadas.

Tanto Pakistán como Afganistán dieron cuenta recientemente de incursiones rebeldes provenientes del territorio vecino.

Pakistán, acusado de ser apoyo de los talibanes afganos que enfrentan el gobierno de Kabul y la coalición internacional que le apoya, está también enfrentado a la insurrección de los talibanes paquistaníes.

Este mismo miércoles violentos enfrentamientos con armas automáticas y lanzacohetes estallaron entre el ejército paquistaní y los talibanes aliados de Al Qaida en Waziristán del Norte, en el noroeste de Pakistán.