El Ministro de Agricultura destacó que las funciones del bosque son hoy cada vez más importantes, pues son los únicos que capturan y almacenan el CO2.

El estudio desarrollado por Conaf señaló que, sumando las praderas y matorrales, el 45% del territorio nacional continental cuenta con cobertura vegetal.

El Catastro Vegetacional que mantiene y actualiza la Corporación Nacional Forestal (Conaf) ratificó que el 18% del territorio nacional continental está cubierto por bosque nativo y que desde la muestra base tomada en 1996 a la fecha, las plantaciones forestales en el país han aumentado en alrededor de 500 mil hectáreas.

Así lo dieron a conocer el Ministro de Agricultura, José Antonio Galilea, y el director ejecutivo de CONAF, Eduardo Vial, en la presentación sobre la actualización de datos y cifras del Catastro Vegetacional, ocasión en la que destacaron que el 45% del territorio nacional continental cuenta con cobertura vegetal, al sumarse praderas y matorrales.

El secretario de Estado valoró la información y destacó que este aumento ya ha sido reconocido por la FAO, que respecto a la situación de los bosques en el mundo, señaló que en la Región esta área ha continuado reduciéndose, contrario a lo que ha sucedido en países como Chile, Argentina y Uruguay, en los que la superficie de plantaciones ha ido creciendo.

Galilea aseguró que “las funciones del bosque son hoy cada vez más importantes, ya que son los únicos que capturan y almacenan el CO2, liberando al planeta de los nocivos gases efecto invernadero, todos producidos por la actividad del hombre”.

Respecto del catastro, Galilea indicó que “esta herramienta del Minagri nos permite mejorar la gestión sobre nuestros recursos naturales, especialmente cuando el país cuenta desde hace dos años con la Ley de Bosque Nativo y Fomento Forestal, y que cada vez más propietarios se integran para aprovechar los fondos que se destinan a su mejoramiento”.

La Ley de Bosque Nativo ratificó que Conaf debe mantener un Catastro Vegetacional permanente, de carácter público y actualizado, a lo menos, cada diez años. Sus datos permiten que el país responda a compromisos nacionales e internacionales para la conservación de la biodiversidad, la reducción de emisiones (captura de carbono) y el combate a la desertificación y la sequía, mejorando la gestión sobre los recursos naturales.

Asimismo, el catastro entrega cifras concretas para la planificación que desarrollen personas naturales o empresas, a fin de que puedan gestionar el uso de sus propios recursos, decidir inversiones, crear nuevos análisis, entre otros, al tener una noción global o local, según sea el caso, de como se mueve el uso de la tierra en Chile.

Las cifras dadas a conocer contemplan la actualización del período 1997-2011, en el cual se pudo integrar mejor tecnología que permitió mejorar las capacidades de detección e identificación.